La Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (ATAC) denunció hoy el
bloqueo
impuesto por el gobierno de Estados Unidos a la isla, causante
de daños por aproximadamente once mil millones de dólares al sector.
Durante febrero los trabajadores de la industria azucarera
realizarán asambleas en sus centros de labor para informar de la
cuantía de los perjuicios en cada empresa, ingenio, taller y unidad o
cooperativa agrícola.
En la reunión del Comité Nacional de la organización se denunció
que en el año 2006 la empresa Azuimport, perteneciente al Ministerio
del Azúcar, resultó perjudicada por las medidas norteamericanas en
cuatro millones 700 mil dólares.
Importadora de productos para la zafra y la agricultura cañera, la
entidad tuvo afectaciones económicas por fletes y seguros, intereses,
cambios de tasas monetarias e incrementos de precios relacionados con
las leyes que perjudican al comercio cubano.
También la empresa Tecnoazúcar reportó pérdidas por nueve millones
500 mil dólares en el año pasado en la comercialización de rones,
sorbitol y alcohol flema, todos productos derivados de la industria
azucarera.
Limitaciones derivadas del financiamiento insuficiente, por la
continuada influencia de las leyes agresivas aprobadas en Estados
Unidos, significaron además otros 82 millones de dólares por reducción
de la producción en la zafra 2005-06.
A lo largo de más de cuatro décadas, se indicó, la injerencia
norteamericana en la economía cubana para obstaculizar la producción
de azúcar y sus derivados incluyen en el sector a los medios de
transporte automotor y ferroviario y a la agricultura cañera.
El Comité Nacional de la ATAC recordó que las agresiones a
plantaciones e ingenios comenzaron desde 1959, primer año de la
instauración del Gobierno Revolucionario.
Avionetas procedentes de territorio estadounidense lanzaron
entonces bombas incendiarias en campos de Pinar del Río, La Habana,
Matanzas, Las Villas, Camagüey y Oriente, las provincias cubanas de
entonces.
El 30 de enero de 1960 un avión destruyó en pleno periodo de
recolección seis mil 250 toneladas de caña con material inflamable.
Asimismo, el 7 de febrero del mismo año, siguieron las agresiones
desde una avioneta que incendió 18 mil 250 toneladas de caña en tres
centrales azucareros de Camagüey.
La quema de cañaverales se extendió a todo el país en la zafra
1959-60 y posteriormente, en las décadas siguientes, se multiplicó con
una variedad de métodos para dañar a la economía cubana.
Empresas de la isla encontraron numerosas dificultades y obstáculos
para obtener productos químicos, insumos, piezas de repuesto, equipos,
componentes y otros materiales necesarios para realizar una zafra.
Durante el gobierno de William Clinton la ley Helms-Burton,
aprobada por el Congreso estadounidense, endureció el bloqueo con esa
legislación que amenaza a empresas de otros países con multas si
comercian con la isla. (PL)