El director ejecutivo de la organización Peace Action, Kevin Martin, manifestó que los demandantes también exigirán el retorno a casa de los más de 140 mil soldados norteamericanos desplegados en ese país árabe desde 2003.

De acuerdo con la fuente, más de mil activistas irán a las residencias de los legisladores "porque queremos el fin de la guerra" cuando el gobernante Bush se ha vuelto loco, perdió el contacto con la realidad y debemos frenarlo.

Esas acciones anteceden a una votación esta semana de una resolución en el Senado -ya aprobada en el comité de Relaciones Exteriores-, que se opone a la inserción en Iraq de más destacamentos de soldados norteamericanos.

También, la candidata a la presidencia de Estados Unidos Hillary Clinton manifestó en las últimas horas que el gobierno de Bush debe encontrar el camino para salir de tierras iraquíes, antes que termine su mandato en 2008.

Clinton advirtió que dejar el problema en manos de la próxima administración, como pretende el Ejecutivo, constituye una gran irresponsabilidad gubernamental.

Por su parte, el candidato demócrata a las presidenciales de 2008 Joseph Biden, en declaraciones a la cadena televisiva ABC, cuestionó la víspera la fallida política bélica del mandatario, el cual -aseguró- envió tropas a Iraq prematuramente y sin una estrategia.

Biden, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, sostuvo que ni un 20 por ciento de los senadores están de acuerdo con la conducción por el gobernante del conflicto armado.

En ese contexto, amplios sectores sociales estadounidenses consideran, según encuestas, que Bush mintió ante la opinión pública al sostener que Iraq poseía armas de destrucción masiva, y que por tanto era necesaria una invasión contra esa nación árabe.

Como muestras de un sentimiento de rechazo generalizado contra la ocupación de ese país del Medio Oriente, este fin de semana millares de personas se dieron cita en Washington para exigir a la Casa Blanca la retirada de las tropas de Estados Unidos.