Diferenciarse de la edición del 2005 en su organización y calidad sería beneficioso para la supervivencia de las Ligas Nacionales de Voleibol que comenzarán el 20 de este mes.

Fijados los objetivos esenciales de la competencia, los nuevos organizadores, entre quienes es-tán Raúl Diago, presidente de la Federación Cubana, y Mireya Luis, responsable de sus relaciones internacionales, conocen la necesidad de no incurrir en los errores que opacaron el evento dos años atrás. En el 2006 no se efectuó por coincidir con la Olimpiada del Deporte Cubano.

Una prolongada tardanza en la llegada de los equipos a la sala Kid Chocolate, para iniciar la ceremonia inaugural, fue la primera y desagradable impresión recibida por una considerable cantidad de aficionados que la presenció, en la temporada precedente.

Después, en el decursar de su calendario, surgieron otras imprecisiones como la repetida demora en la entrega de las estadísticas, y la inesperada decisión de privar de algunas de sus figuras a los dos elencos femeninos finalistas del torneo, porque debían sumarse a una escuadra que jugaría fuera de Cuba.

Si importante es cumplir con los compromisos internacionales, de-cisivo es impulsar el voli en casa, como deporte favorecedor de la salud de la población. De esa base, que debe fomentarse, proceden los talentos enriquecedores de las sextetas grandes del patio.

El rendimiento de los jugadores en las Ligas Nacionales, cotejado con el criterio de los técnicos y directivos sobre sus actuaciones, será el principio rector para conformar las preselecciones de cara al calendario 2007, que contempla a los Juegos Panamericanos como la lid principal.

Según explicó Aurelio Hernán-dez, secretario de la Federación local, la preselección en estos momentos está en cero y quienes aspiren a integrarla deberán ganarse el puesto en los certámenes a domicilio que concluirán el 15 de marzo. Agregó que, durante los tres meses de torneos, no se tomarán a voleibolistas de los ocho planteles para asistir a citas internacionales, porque la primera de esas paradas —un entrenamiento de altura en Ecuador— será en abril.

Hernández también dijo que para las finales de las Ligas, las dos en Ciudad de La Habana, han manifestado su interés por competir (fuera de concurso), las selecciones (m-f) de Venezuela y Repú-blica Dominicana.

Sobre los aspectos organizativos, aseguró que cada elenco lo integrarán, invariablemente, 12 jugadores, y al término de los partidos se entregarán las estadísticas, por equipos e individuales, para ayudar al trabajo de la prensa. El secretario de la Federación Cu-bana instó a hacer un esfuerzo por garantizar el transporte en la capital y en las diferentes provincias escogidas como sedes.