WASHINGTON, 19 de agosto
(PL). — El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin,
denunció hoy que el retraso en las ayudas para restaurar esa ciudad,
devastada por el huracán Katrina, se debe a prácticas oficiales de
racismo y burocracia.
Nagin dijo estar convencido de que el meteoro, ocurrido hace un año
en esa demarcación del estado de Luisiana, reveló el lado débil de
Estados Unidos en sus relaciones con la raza negra y las clases
sociales.
El edil, también miembro de la comunidad afro-norteamericana,
señaló que gran parte del dinero entregado para la reconstrucción de
Nueva Orleans fue a parar a manos de empresarios y constructores, sin
que se resuelvan los problemas.
No se pondrán límites para el levantamiento constructivo de ningún
barrio, manifestó Nagin, reelegido alcalde en mayo último.
Según cifras oficiales, la situación es tan precaria en la mayor
ciudad de Nueva Orleans que casi el 60 por ciento de los hogares y
comercios todavía no reciben petróleo ni calefacción y sólo reabrieron
tres de sus nueve hospitales.
Mientras, apenas 56 de las 128 escuelas públicas aceptarán nuevas
matrículas en el próximo curso escolar.
El 29 de agosto del 2005, el huracán Katrina, de categoría cinco en
la escala Saffir-Simpson, devastó Nueva Orleans al inundar las cuatro
quintas partes de la ciudad y provocar más de mil 300 muertes.