WASHINGTON, 19 de agosto (PL). — El presidente
estadounidense, George W. Bush, ratificó hoy la decisión de su
gobierno de mantener desplegadas tropas en Iraq, pese a que la bancada
demócrata considera esa decisión como un fiasco.
En su habitual comparecencia radial sabatina, el mandatario
insistió en que la presencia de más de 132 mil soldados en territorio
iraquí y los esfuerzos para "poner fin a la violencia en el Líbano",
son parte de su autoproclamada cruzada contra el terrorismo.
Al menos dos mil 604 uniformados estadounidenses murieron y otros
20 mil resultaron heridos por acciones de la insurgencia iraquí, desde
que el ejército de Estados Unidos ocupara a ese país árabe en octubre
de 2003.
En respuesta a Bush, el representante demócrata Joe Sestak
manifestó que en opinión de muchos llegó la hora de retirar de forma
gradual las tropas estadounidenses acantonadas en esa nación del Golfo
Pérsico.
Sestak, vicealmirante jubilado, indicó que el dinero y energía que
se dispendian en la contienda bélica de Iraq deben invertirse en el
fortalecimiento de la seguridad nacional y otros acápites.
Los demócratas acusaron al gobierno de atemorizar a la población
mediante el infundio de que ese partido es débil para garantizar la
seguridad del país, a fin de sacar ventajas en las elecciones
legislativas de medio término fijadas para noviembre.