Reparaciones
en el viaducto La Farola garantizarán la conservación y viabilidad de
esa obra, inaugurada el 26 de julio de 1965 y proclamada una de las
siete maravillas de la ingeniería civil cubana.
La labor de mantenimiento en la magistral carretera está a cargo de
la empresa integral guantanamera, perteneciente al Ministerio de la
Construcción, e incluye la reposición de 70 losas de hormigón y 200
metros de defensas o barandas protectoras.
Actualmente se trabaja en porciones de la calzada correspondientes
a los poblados de Palma Clara y Cagüeybaje, situados entre los
kilómetros 20 y 25 del trayecto que vincula al municipio de Baracoa
con la capital provincial del extremo oriental cubano.
Sustentadas por un monto de cerca de dos mil pesos en moneda
nacional y 100 mil en pesos convertibles, estas inversiones inauguran
un programa que prevé la reparación casi total de la carretera que
atraviesa el macizo Nipe-Sagua-Baracoa, el más abrupto de la Isla.
En las labores remodeladoras juegan un importante papel las
brigadas manuales que, con picos, palas, azadas, vagones y machetes
por únicos instrumentos, mejoran vitales segmentos de los seis
kilómetros de longitud del viaducto, el cual comienza en Veguita del
Sur y termina en el Alto de Emilita.
Paralelo a esas acciones se ejecuta en la calzada un proyecto de
señalización, a cargo de la Empresa Provincial de Servicios
Especializados de Ingeniería de Tránsito.
Distinguido por su solidez, la belleza del trazado y de los
paisajes que lo rodean, el viaducto La Farola es pionero en el empleo
de losas y vigas prefabricadas, y receptor de técnicas constructivas
jamás reeditadas en vial alguno en la nación caribeña.
(AIN)