Una docena de civiles palestinos resultaron heridos durante las
llamadas operaciones de castigo del ejército israelí contra la Franja
de Gaza y Cisjordania.
Ocho ciudadanos fueron alcanzados por esquirlas de bombas lanzadas
contra un campo de refugiados donde radicaba la casa de un supuesto
miembro del grupo de la resistencia Jihad Islámica.
La novena víctima de la metralla israelí fue reportada en la
localidad de Beit Janun, en el norte de la Franja de Gaza.
En la ciudad de Nablus, Cisjordania, tres personas resultaron
heridas, entre ellas una niña, cuando el ejército atacó el campamento
de refugiados de Askar.
Según la emisora Voz de Palestina, en la operación participaron 30
vehículos blindados y dos apisonadoras, con apoyo de helicópteros de
combate.
Los militares arrestaron a cuatro miembros de una familia y
destruyeron su vivienda.
La radioemisora recordó que tres palestinos murieron y otros tantos
fueron heridos la víspera en un ataque de la aviación de Israel contra
la localidad de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza.
Un joven de 18 años de edad, un adulto de 50 y un anciano de 70,
fueron las víctimas mortales de la operación de la fuerza aérea
invasora contra la villa.
Estos incidentes ocurren en medio de la ofensiva Lluvia de Verano,
lanzada desde el 28 de junio último por Tel Aviv con el pretexto de
rescatar a uno de sus soldados capturado por la resistencia palestina.