Forenses en frontera México-EEUU enfrentan
sobrecarga de trabajoARTHUR H.
ROTSTEIN
El director del departamento forense en el condado de Pima, en
Arizona, puede contabilizar los costos de la inmigración ilegal de
modo distinto al de otros funcionarios.
Al igual que sus colegas, puede revisar los presupuestos y ver
cuánto le cuesta a su personal lidiar con las oleadas de personas que
entran todos los años por Arizona, el punto de entrada ilegal más
transitado en la frontera con México. Pero también puede ver los
cadáveres que han forzado al condado a expandir el depósito de
cuerpos.
"Hemos tenido que trabajar más duramente y pagar horas extras",
dijo el doctor Bruce Parks. "Con el tiempo estamos aumentando el
personal, incremento que en cierta medida se relaciona con las muertes
de los indocumentados".
Pese a los esfuerzos de grupos de funcionarios federales y
humanitarios por prevenirlas, las muertes en Arizona han aumentado en
los últimos años a medida que los inmigrantes tratan de cruzar por
áreas desérticas más remotas y peligrosas para evitar la mayor
vigilancia.
Arizona representó más de la mitad de las muertes de inmigrantes en
el último año fiscal, que concluyó el 30 de septiembre.
Del total de 473 muertes a nivel nacional, 216 ocurrieron dentro
del sector de Tucson de la Patrulla Fronteriza, que cubre casi toda la
frontera de Arizona con México, incluyendo Pima.
A nivel nacional, por lo menos 291 inmigrantes ilegales murieron
durante intentos de cruce fronterizo entre el 1ro. de octubre y el 6
de agosto, incluyendo 75 insolados, 45 ahogados y 42 víctimas de
accidentes vehiculares.
Jennifer Allen, directora de la Red de Acción Fronteriza (Border
Action Network), una organización por los derechos de los inmigrantes,
lamentó "el hecho de que las agencias del gobierno tengan que invertir
recursos para procesar cadáveres de inmigrantes, en vez de desarrollar
medios y políticas que pongan fin a las muertes y atiendan a las
realidades económicas y sociales en la nación".
El país, agregó, necesita hallar políticas y soluciones que ayuden
a los inmigrantes.
El depósito en Pima contiene unos 120 cadáveres y funciona casi a
total capacidad. Una nueva unidad de refrigeración de acero
inoxidable, con un costo de 237 000 dólares, permitirá acomodar otros
120 cadáveres.
Una vez que la nueva unidad de la morgue esté en funcionamiento,
permitirá abandonar un tractor-remolque refrigerante que la oficina
alquiló primero, y después compró, para almacenar un excedente de unos
60 a 80 cuerpos y restos esqueléticos.
Los forenses de Pima practicaron unas 1 400 autopsias el año
pasado, y examinaron 197 cadáveres, dijo Parks.
Comentó que su oficina examinó 146 indocumentados en el 2002, 156
en el 2003 y 171 en el 2004. El número total de autopsias efectuadas
por su oficina oscila entre 1 350 y 1 450 por año.
En general, si un muerto no tiene identificación, "no podemos
identificarlo. A veces podemos compararlos con una fotografía. Otras
veces, un familiar u otra persona que sobrevive a la odisea puede
hacer una identificación".
Los tatuajes, las cicatrices y las huellas digitales son de ayuda.
Y también a veces el Gobierno mexicano.
"Afortunadamente, tenemos una relación muy firme con el consulado
de México, y uno o dos días por semana vienen por aquí", dijo Peters.
Los funcionarios consulares fotografían los efectos personales e
incorporan esta y otras informaciones a una base de datos, agregó.
Sin embargo, suele haber demoras en la identificación debido a la
barrera idiomática, a la imposibilidad de hallar familiares o a las
dificultades que sus allegados pueden encontrar para tratar de
arreglar el retorno de los restos, dijo.
Un 30% de los cadáveres no es identificado.
Parks indicó que el presupuesto anual de su oficina es de 2,5
millones de dólares, y calcula que los gastos totales relacionados con
las muertes de los inmigrantes, con la excepción de los ingresos que
su oficina recibe efectuando autopsias para otros dos condados, uno de
ellos fronterizo, podrían representar un 10% del presupuesto.
(AP) |