PACO: béisbol hasta... ¡la muerte!

RAFAEL PÉREZVALDÉS
rafael.p@granma.cip.cu 

La esencia de nuestro deporte no es solo formar campeones. Y Francisco Alcalá, Paco, recién fallecido, a los 82 años de edad, fue durante décadas un incansable instructor de béisbol de generaciones de muchachos, sin cobrar un centavo.

Los enseñaba a jugarlo, a sentirlo correr por las venas, a entenderlo y a pensar siempre en la mejor opción.

Lo más seguro es que no sean pocos quienes lo recuerden por allá por el parque Víctor Hugo (de 21 e I, en el Vedado), o cruzándole la peligrosa calle Línea a los integrantes de sus novenas infantiles, rumbo al parque José Martí, o "El Hueco" (Calzada y J).

Lo importante, ¡nadie lo duda!, era el Paco instructor.

¿Cuántos equipos de béisbol o de softbol formó a su paso por la vida? Esa pregunta no tiene respuesta, pero encaja en su estilo.

Fue trabajador de Lumínicos, empresa del Comité Central; un presidente de CDR que impulsó el deporte, y algo más: un padre para muchos.

Los días finales los pasó en el hospital Hermanos Ameijeiras (del cual era trabajador en el momento de su ingreso), lugar que hasta le dio albergue para vivir, y la mano hasta el final.

Paco, fulminado por un cáncer que no le permitía ya caminar, y apenas hablar, falleció el pasado viernes por la noche. ¿Cuál fue el último partido que pudo observar? El Sancti Spíritus-Industriales del jueves. Es decir: béisbol... ¡hasta la muerte!

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Deportes | Cultura |
| Cartas | Comentarios | Ciencia y Tecnología | Lapizcopio| Especiales |

SubirSubir