BERLÍN, 1 de mayo
(PL). — Cientos de miles de personas
celebraron hoy en los países europeos el Día del Trabajo con
demandas de aumentos salariales, mejoras laborales y el anuncio de
nuevas luchas por reivindicaciones obreras.
En este país, según fuentes
sindicales, más de 500 mil alemanes participaron en las más de un
centenar de actividades convocadas por las confederaciones obreras
con el lema de Tu dignidad es nuestra medida.
Los dirigentes gremiales denunciaron
los planes del gobierno de desmantelar el sistema social con
reformas que aumentan la edad de jubilación y la gran presión que
ejercen las empresas contra los empleados para incrementar sus
ganancias.
Mientras, las urbes francesas fueron
escenarios de reclamos de aumentos salariales, más puestos de
trabajo y denuncias de la precariedad del Contrato del Nuevo Empleo
(CNE), sustituto del polémico y derogado Contrato del Primer
Empleo.
En más de un centenar de marchas
participaron los franceses, citadas por las diferentes centrales
sindicales, con la mirada puesta en el CNE, luego de obtener una
aplastante victoria al obligar al gobierno a cancelar el Contrato
del Primer Empleo (CPE).
Las confederaciones sindicales
desfilaron por separado y a pesar del mal tiempo lograron la
participación de miles de personas.
Según declaró a la prensa, el
recién reelecto líder de la Confederación General de Trabajadores
(CGT), el mayor gremio galo, Bernard Thibault, se luchará para que
se clausure el CNE, al igual que se logró con el CPE.
Decenas de miles de miles de personas
participaron hoy en las manifestaciones realizadas en las
principales ciudades italianas para celebrar el Día Internacional
del Trabajo.
Entre las marchas más
multitudinarias figuró la realizada en Turín, con más de 100 mil
asistentes, y en la que desfiló el líder del Partido Refundación
Comunista, Fausto Bertinotti, recién elegido presidente de la
Cámara de Diputados, cargo que dedicó a los obreros italianos.
Varios ministros del gobierno
saliente italiano fueron abucheados por los manifestantes, entre
ellos, en Turín, el titular de Cultura Rocco Buttiglione.
Mientras, las tres grandes centrales
sindicales concentraron sus fuerzas en la sureña ciudad de Locri,
donde el máximo dirigente de la Confederación General Italiana de
Trabajadores, Guglielmo Epifani, exhortó a Romano Prodi, líder de
la alianza vencedora en las elecciones, a formar cuanto antes el
nuevo gobierno.
En tanto, en Turquía se registraron
varias demostraciones en donde los asistentes lanzaron consignas
contra Estados Unidos y en condena a la ocupación de Iraq.
Una parte de las demostraciones
culminaron con fuertes enfrentamientos con la policía que arrojó
gases lacrimógenos para dispersarlas.
Las manifestaciones más
multitudinarias con más de 10 mil participantes tuvieron lugar en
la ciudad de Estambul, segunda en importancia de ese país.
Sólo en la zona de Kadikoy se
concentraron más de siete mil personas, mientras otra protesta en
la plaza de Taksim, donde tuvo lugar un fuerte enfrentamiento con la
policía que terminó cuando los agentes tiraron gases
lacrimógenos.
Miles de bosnios se concentraron
frente a la sede del gobierno y parlamento, en Sarajevo, para
reclamar la renuncia del gobierno y de la presidencia tripartita,
más puestos de trabajo y medidas para mejorar la seguridad social.
En Polonia, los manifestantes
demandaron incrementos salariales, más puestos de trabajo y
criticaron al gobierno por su actitud arrogante.