Ante la tragedia
en Pakistán
La solidaridad de
Cuba debería servir de ejemplo
Declaración del
embajador Juan Antonio Fernández en la Conferencia Ministerial de
Donantes para la asistencia a las comunidades afectadas por el
terremoto en el Sur de Asia
Miércoles, 26 de
octubre, Ginebra.
Señor Presidente:
Hemos sido convocados
para responder de modo solidario y desinteresado a las urgentes
necesidades de comunidades brutalmente golpeadas por un terrible
desastre natural.
No podemos permanecer
con los brazos cruzados. De nuestra respuesta depende hoy la vida o
la muerte de cientos de miles de supervivientes del devastador sismo
ocurrido recientemente en el sudeste asiático.
Ningún gobierno o
autoridad nacional podría por sí misma atender en tan corto plazo
las necesidades de tantas víctimas y personas afectadas. Más de 60
mil heridos clamando asistencia médica de emergencia y millones de
personas sin hogar sometidas a temperaturas muy frías, conforman un
panorama desolador.
El negligente silencio e
inacción de aquellos que cuentan con los recursos y las capacidades
para asistir a las víctimas, sería imperdonable. Cargarían por
siempre en sus conciencias el peso de la responsabilidad por el
sufrimiento y la muerte o mutilación de miles de niños y jóvenes,
que hoy centran sus esperanzas en nuestra solidaridad.
No nos resignamos
tranquilamente a contemplar la magnitud que la tragedia de la espera
significa. Cuba, un país pequeño, pobre y bloqueado, ha ofrecido
al pueblo pakistaní, en este difícil instante, los recursos
humanos necesarios para alcanzar la cifra de 20 mil operaciones
quirúrgicas.
En Pakistán, se
encuentra ya un grupo de 180 experimentados especialistas en
cirugía, traumatología, en Medicina General Integral,
intensivistas, anestesiólogos y otras ramas de la Medicina, que
viajaron con el instrumental, los materiales y los medicamentos
necesarios en sus mochilas.
De este personal
altamente calificado Cuba está dispuesta a enviar hasta 800
profesionales a Pakistán y aún más si fuera necesario. En
adición a estos recursos humanos, Cuba está en disposición de
enviar tres hospitales con decenas de camas y cientos de casas de
campañas diseñados para temperaturas invernales.
La solidaridad
desinteresada de Cuba, un país pequeño del Tercer Mundo, debería
servir de ejemplo para compulsar a otros Estados enormemente ricos y
a los organismos financieros internacionales, a ofrecer la cuantiosa
ayuda a la que están moralmente obligados y que un país en
desarrollo como Pakistán, tan terriblemente afectado por la
naturaleza, necesita con urgencia.
Resultan alarmantes las
cifras presentadas por el Secretario General de las Naciones Unidas
el pasado 21 de octubre —transcurridos más de 10 días de la
tragedia ocasionada por el desastre natural más cruel en la
historia de la región—, indicando que de los 312 millones de
dólares solicitados en asistencia internacional, solo se habría
recibido poco más de un 10% de esos fondos.
No podemos permitir que
las víctimas de este colosal desastre queden en el olvido.
Consideramos un deber
elemental cooperar con el pueblo y las autoridades pakistaníes en
tan difícil coyuntura. Esta, como le hemos comunicado al Presidente
de Pakistán, aparte de nuestros profundos sentimientos de amistad
hacia ese pueblo, es la razón y esencia de nuestro compromiso.
Muchas gracias. |