WASHINGTON, 23 de junio (PL).—
Un antiguo líder del Ku Klux Klan que en 1964 ordenó el asesinato
de tres activistas por los derechos civiles, y cuyo caso inspiró la
película "Mississippi en llamas", fue condenado hoy a 60
años de cárcel por esos crímenes.
Edgar Ray Killen, de 80 años de
edad, recibió 20 años por cada uno de los tres homicidios.
Killen, dueño de un aserradero,
predicador bautista en sus ratos libres y connotado miembro de la
organización supremacía blanca, había vivido hasta ahora sin ser
molestado, a escasa distancia del lugar donde se cometió el crimen.
Pese a ser recibido con regocijo, el
veredicto de culpabilidad dictado por un jurado de nueve blancos y
tres negros no satisfizo a los defensores de la igualdad racial en
Mississippi, un estado con un pasado de cruces quemadas,
linchamientos y capuchas blancas del Ku Klux Klan.
La condena por homicidio sin
premeditación, en lugar de asesinato, prueba que el racismo aún
está latente en el llamado Sur profundo, aseguraron.
Michael Schwerner y Andy Goodman,
ambos judíos de Nueva York, y el negro James Chaney fueron
asesinados el 21 de junio de 1964, cuando realizaban actividades
antirracistas y a favor de las libertades civiles en el estado.
Emboscados por miembros del Ku Klux
Klan a las órdenes de Killen, los cuerpos acribillados a balazos de
los tres jóvenes, de entre 20 y 24 años de edad, aparecieron 44
días después, tras una intensa búsqueda por parte del Buró
Federal de Investigaciones (FBI).
Aunque compareció ante la justicia
en 1967 junto a otras 17 personas, Killen nunca recibió una
condena.
Del resto de los acusados, sólo
siete fueron sentenciados, pero ninguno cumplió más de seis años
de cárcel.
El caso, que conmovió a la opinión
pública estadounidense, inspiró al realizador británico Alan
Parker en 1998, que lo llevó al cine bajo el título de Mississippi Burning (Mississippi en llamas), con la actuación
de Gene Hackman y Willem Dafoe.