Viejo Continente : Dos Mentiras
ALEXIS SCHLACHTER
Viejo continente
equivale en los medios informativos del mundo a Europa.
Tremendamente suspicaz habría que ser para pensar mal cuando se
mencionan esas dos palabras y su equivalente geográfico. Todo es
tan claro, tan normal. Y sin embargo...
¿Qué nos dice la
enciclopedia electrónica Encarta, en su versión del año 2005,
acerca del "continente" europeo? Cito textualmente:
Europa, uno de los seis
continentes que constituyen la superficie emergida de la Tierra de
acuerdo con la costumbre, aunque en realidad solo es la quinta parte
más occidental de la masa continental euroasiática, compuesta en
su mayor parte por Asia...
Observe usted que la
enciclopedia señala inequívocamente a Europa como "uno de los seis
continentes" para, a continuación, aclararnos que esa definición
geográfica es una simple "costumbre" y alejada de la realidad. O
sea, no se basa en la ciencia sino en el uso popular. Y aquí cabe
la interrogante dirigida a los autores de la docta enciclopedia:
¿quiénes, cómo, cuándo y por qué popularizaron el término
continente aplicado a una Europa que, es en realidad, "la quinta
parte más occidental de la masa continental euroasiática"? Encarta
no responde.
Lo que no se puede
afirmar seriamente por la ciencia geográfica — que Europa es un
continente— lo resuelven los redactores echándole la culpa a la "costumbre".
¡Vaya solución!
Recordemos que un
continente se define de manera sencilla como una gran extensión de
tierra continua rodeada de océanos y mares. Si aplicamos este
concepto geográfico al mal llamado continente europeo tendremos
mares y un océano —el Atlántico— por el oeste... pero... ¿y
hacia el este de Europa, qué masa de agua existe?
Encarta nos da una
sorpresiva información:
"...los
montes Urales, el río Ural, una parte del Mar Caspio y las
montañas del Cáucaso forman la principal frontera entre Europa y
Asia".
Así que por el Este el "continente"
llamado Europa tiene montes, ríos, montañas y hasta un lago (eso
es el Caspio ). Pero no hay mares.
Encarta no explica
quién implantó la "costumbre" y bajo qué "encantamiento" la
porción real de un continente gigantesco llamado Eurasia se
convirtió "mágicamente" en uno independiente.
La "costumbre" de llamar
continente a Europa, cuando en realidad es una península de Asia,
no tiene que ver tanto con la geografía como con la política. Es
una sutil imposición geohistórica de los poderosos instalados en
los gobiernos de la Europa, primero señorial, y más tarde,
netamente capitalista.
De aceptar que Europa es
solo continuidad física de Asia, esta última incrementaría su
importancia en todos los libros de texto, periódicos, revistas,
telemisoras y radios del planeta. Simultáneamente, habría que
hablar entonces de una comunidad humana euroasiática donde los
hombres de piel blanca y aquellos de tez amarilla coexistirían en
pie de igualdad. ¿Permitiría esto el orgullo europeo alimentado
por siglos de dominación colonial en parajes de Asia, África y
América? De ahí el surgimiento "inocente" de la "costumbre" de
llamar continente a lo que, geográficamente, es solo una
península, un apéndice terrestre de la gran masa continental
llamada Eurasia.
¿Y qué decir acerca de
la denominación Viejo Continente?.
No hace falta buscar
medios electrónicos para encontrar —multiplicadas hasta el
infinito— estas dos palabras que, en definitiva, sustituyen a
Europa cada vez que periodísticamente deba buscarse un sinónimo.
¿Y qué encierra este concepto?
Pues una mentira, la
segunda de esta historia. Europa no es un continente, como acabamos
de comprobar, pero ese territorio ¿acaso es físicamente más
antiguo que el resto de las masas terrestres?
La propia Encarta nos
informa acerca de cierta teoría probada en el año 1960 acerca del
desgajamiento de los actuales continentes a partir de uno inicial
llamado Pangea. El meteorólogo alemán Alfred Wegener, allá por el
lejano año de 1915, expuso una revolucionaria idea que dio
respuesta a diversas interrogantes. Observe el lector un mapa donde
puede apreciar cómo América del Sur y África encajan casi
perfectamente cual piezas de un rompecabezas gigantesco según los
estudios de Wegener a los cuales hace referencia Encarta con lujo de
detalles.
Entonces... ¿de qué "viejo
continente" se puede hablar cuando todos tienen similar periodo de
surgimiento?
¿Qué se esconde en
realidad detrás del calificativo inocente de Viejo Continente para
Europa? Simplemente un intento de engrandecer a Europa por la vía
de la sugestión.
Lo viejo sugiere
psicológicamente experiencia, conocimientos, cultura añejada y
enriquecida por el paso del tiempo, en definitiva... superioridad.
Europa ni es continente —sino
península de Asia— ni supera en edad al resto de las grandes
tierras emergidas. En definitiva, Viejo Continente es un término
inducido por el hegemonismo colonial acuñado en la prensa mundial y
en enciclopedias para, simplemente, referirse a dos mentiras.
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