Por primera vez en Cuba
Cero caso de tétanos
José
A. de la Osa
Los
desvelos del país en la protección de la salud de la población se
anotan en el 2004 un nuevo triunfo: ¡cero caso de tétanos!,
mientras se mantienen erradicadas otras seis enfermedades: la
poliomielitis, difteria, sarampión, tos ferina, rubéola y
parotiditis (paperas); y dos formas clínicas severas: la meningitis
tuberculosa en menores de un año, y el tétanos neonatal o del
recién nacido, este último eliminado desde hace 33 años.
Este es otro de los
saldos positivos de las masivas y sistemáticas campañas de
inmunización, la erradicación del tétanos, una enfermedad
infecciosa que compromete el sistema nervioso y es mortal si llega a
afectar los músculos de la respiración. Al triunfo de la
Revolución, en 1959, originaba una alta morbilidad (frecuencia) y
mortalidad en la población infantil y adulta.
En las no siempre "frías"
estadísticas comenzó a reflejarse el sistemático esfuerzo
sanitario de la Revolución. Mientras que el tétanos originaba 645
casos y 410 muertes en el año 1962, ya en 1970 descendían a 223
con 81 fallecidos; en 1980, 26 casos y 12 fallecidos; 1990, 4 casos
y 2 fallecidos; en el 2000, un caso, que falleció; 2001, 2 casos y
0 fallecido; 2002, 2 casos y un fallecido; 2003, 3 casos y un
fallecido; 2004, 0 caso.
El tétanos causa
aproximadamente 5 muertes por año en los Estados Unidos e
internacionalmente los informes muestran hasta un millón de casos
anuales, la mayoría, en los países en desarrollo. Las infecciones
por tétanos en los recién nacidos representan alrededor de la
mitad de las muertes relacionadas con tétanos en esas naciones.
Las esporas de la
bacteria Clostridium tetani se encuentran en el suelo y tienen la
capacidad de permanecer infecciosas por décadas. El bacilo penetra
al organismo a través de una herida o un pinchazo (con la espina de
una rosa, por ejemplo), una lesión abierta o quemadura grave, y por
inyecciones insuficientemente esterilizadas. También se introduce
por el cordón umbilical del recién nacido, cuando el parto no es
atendido en condiciones higiénicas adecuadas, y ocasiona el llamado
tétanos neonatal. La vacuna antitetánica, de gran efectividad, fue
descubierta por el microbiólogo francés Gastón Ramón, en 1924.
Para el profesor Miguel
Ángel Galindo Sardiña, responsable durante más de dos décadas
del Programa Nacional de Vacunación del Ministerio de Salud
Pública, y Premio OPS de Inmunización, el "cero casos de tétanos"
resulta un hecho epidemiológico excepcional, y subraya la alta
cobertura de inmunización que mantiene la población con el toxoide
tetánico, superior a un 95%, apoyada por el alto grado de
escolarización de los cubanos y su saber en temas de prevención,
que posibilitan la autorresponsabilidad en el cuidado de la salud.
Una reciente evaluación
internacional del Programa Nacional de Inmunización, realizada por
expertos de la OMS/OPS, destacó que en Cuba existe un elevado
compromiso y voluntad política con la salud de la población a
través de un sistema integral de salud. Asimismo, que la atención
primaria constituye una prioridad política donde se incluyen las
inmunizaciones con un enfoque de promoción y prevención dirigido a
la familia y financiadas por el Estado, y que el programa de
vacunación cuenta con una sólida participación intersectorial,
multisectorial y de organizaciones de masas, que contribuye y los
hace protagonistas de los éxitos alcanzados.
En la actualidad el
desarrollo biotecnológico y de la industria farmacéutica permiten
a nuestro país producir nacionalmente siete de las diez vacunas que
se administran y que ofrecen protección contra 13 enfermedades. |