El verano no cree en la vejez

JOSÉ ANTONIO FULGUEIRAS

SANTA CLARA.— Dice Mayea, desde sus 84 años y su gorra verde olivo, que si el sol sale para todos, como reza una máxima de la vida, a los abuelos les sobra el derecho de disfrutar de este verano.

Él es uno de los 105 octogenarios que viven en el Hogar de Ancianos Marta Abreu, ubicado en el mismo corazón de la ciudad. Ha ganado prestigio en el dominó de siete fichas, porque nadie lo ha visto botar "la gorda", a no ser una novia medio glotona que tuvo en su época de operador de equipos pesados.

Foto: JORGE BLANCOMayea y sus encarnizados contrincantes del dominó.

Ellos están gozando de las opciones que les ofrece este verano del 2004, como el campismo en las bases de Cayo Conuco, en Caibarién, y la del Arco Iris, en Santa Clara.

Mientras unos aprovechan esa oportunidad para darse un buen chapuzón en el mar y tirarle un vistazo a un bikini a rayas, otros, como el ajedrecista José Benito, se bate en el tablero y reta hasta al mismísimo Anatoli Karpov.

También hay buenos bailadores de danzón, y organizadores-veladores del carnaval de los niños, en el que participan nietos, bisnietos e hijos de los trabajadores del centro.

No faltan las controversias entre repentistas de versos finos y los que apuestan a que Cigarate le puede ganar a Mayea en el dominó pese a la facilidad de este de salir del doble seis y los soplos que le da Vivian Pérez, la trabajadora social.

EL JARDÍN DE LAS ABUELAS

En la misma cintura de Santa Clara está el hogar de las abuelas San Vicente de Paul, religioso que dedicó toda su vida a atender a la ancianidad.

Las abuelas tienen entre sus preferencias leer la prensa.

Treinta y cinco mujeres de entre 80 y 96 años de edad le roban toda la belleza al recinto que dirige Delia Blanco. Aquí, uno de los mayores atractivos está en leer y discutir la prensa, y en fijar la vista en la pequeña pantalla cuando a las seis de la tarde comienza la programación.

Ana Rosa prefiere leer el periódico Granma; Josefina, Trabajadores; Lidia, Bohemia; Elvira, Vanguardia, y Eneida, Juventud Rebelde, porque se considera muy joven todavía.

Les encanta ver actuar por las noches al Quinteto Criollo, deleitarse con la voz sin par de Ernestina Trimiño, y salir por las mañanas a pasear por la ciudad y visitar sitios históricos y monumentos como el que perpetúa el descarrilamiento del Tren Blindado de la tiranía, y la Plaza Ernesto Guevara, adonde van a llevarle una flor al Che y a sus compañeros de la guerrilla boliviana.

LOS "MUCHACHONES" DE SAN CRISTÓBAL

En la calle San Cristóbal, cerca del Coppelia, existe un seminternado de abuelos. El centro acoge a 40 "muchachones" mayores de 60 años. Hay de uno y otro sexos, pero los del bando masculino se rinden sin resistencia a la verde mirada de la trabajadora social Irma González.

Les gustan las actuaciones como las del Dúo Evocación y otras figuras artísticas del territorio.

Como parte del programa del verano en el territorio también el Sectorial de Deportes organiza por estos días competencias de ajedrez, damas y dominó, mientras los activistas desarrollan juegos de adivinanzas, algunas muy difíciles, como las de acertar el sabor de las infusiones que ofrecen las cafeterías que bordean el parque Vidal.

Bien dice Mayea que el sol es para todos y a cualquier edad. Cuando el calor entra por el cuerpo, todo el mundo aspira a embolsillarse aunque sea un pedacito de verano.

 

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