WASHINGTON, 1ro de mayo (PL).— El
jefe de la prisión estadounidense en la Base Naval de Guantánamo
se hará cargo de las cárceles en Iraq, en medio del escándalo
desatado por fotografías sobre torturas a reos del país árabe por
parte de uniformados norteamericanos.
Según informa este sábado el diario
The Washington Post, el Pentágono decidió designar al mayor
general Geoffrey D. Miller al frente del sistema carcelario en la
nación ocupada, el cual ocupó esta semana las primeras planas de
los periódicos en Estados Unidos y el mundo, al difundirse las
impactantes fotos.
El escándalo se desató luego de que
la televisora CBS divulgara en el programa 60 Minutos II
fotografías sobre torturas y abusos sexuales a un gran número de
prisioneros iraquíes, arrestados durante la invasión
anglo-norteamericana al país árabe.
Las instantáneas salieron a la luz
72 horas antes de que se cumpliera hoy un año de la declaración
del presidente George W. Bush sobre el fin de las principales
acciones combativas en Iraq, donde algunas ciudades se mantienen
renuentes a ser dominadas por los invasores.
Este viernes el gobernante
republicano dijo sentirse "profundamente disgustado" por
la actitud de los soldados que llevaron a cabo las vejaciones contra
los reos y prometió que habrá una investigación.
"Quiero recordar que lo hecho
por unos pocos no refleja la naturaleza de hombres y mujeres
enviados a ultramar", manifestó Bush, quien dio su visto bueno
para el envío a Iraq del jefe de la prisión de Guantánamo, una
instalación que también ha sido criticada por someter a torturas a
sus reos.
En la cárcel de Guantánamo,
territorio cubano ocupado por Estados Unidos en contra de la
voluntad de las autoridades de la isla, permanecen 660 personas de
más de 40 nacionalidades, arrestadas a raíz de la invasión
norteamericana a Afganistán a fines de 2001 por supuestos vínculos
con organizaciones terroristas.
A la inmensa mayoría de los
prisioneros, considerados por Washington combatientes enemigos, se
le ha impedido tener asistencia legal, y según denunciaron
personalidades y representantes de organizaciones humanitarias, son
víctimas de malos tratos por parte de los militares del Pentágono.
Recientemente el abogado australiano
Richard Bourke denunció que en ese enclave los presos son sometidos
a torturas dignas del medioevo.
Bourke, uno de los pocos letrados
autorizados a visitar el enclave, aseguró que las autoridades de la
base atan a los detenidos y les disparan balas de goma, además de
exponerlos al sol crucificados o arrodillados, hasta que caigan
desmayados.
El abogado, quien representa a uno de
los dos australianos encarcelados allí, dijo que sus connacionales
fueron sometidos a torturas para admitir su supuesta relación con
los talibanes afganos.