Con el triunfo de la Revolución,
Pedro Miguel Morejón Quintana, a punto de cumplir 18 años de edad,
no vaciló en incorporarse a las Milicias Nacionales Revolucionarias
y a los primeros esfuerzos realizados en su natal Los Arabos por
alfabetizar.
Allí gozaba del cariño de todos por
su carácter alegre, batallador y dinámico.
Había nacido el 31 de enero de 1941,
en el poblado de San Pedro de Mayabón, municipio de Los Arabos,
provincia de Matanzas, en el seno de una familia negra y pobre.
Pudo estudiar sólo hasta el quinto
grado en la escuela primaria José Martí, pero eran 11 hermanos y
la necesidad de subsistir lo obligó a abandonar los estudios y
comenzar a laborar en el campo.
En el año 1961 el cuatrero con alma
de asesino, conocido por el alias de Campito, de la zona de
Corralillo, en la costa norte limítrofe entre Matanzas y Villa
Clara, organizó una banda contrarrevolucionaria.
Reclutado por la Agencia Central de
Inteligencia de los Estados Unidos, se dedicó a sembrar el terror y
la muerte entre los campesinos de la zona.
El 21 de febrero de 1961, Pedro
Morejón Quintana, a quien todos cariñosamente llamaban Yito, y su
amigo Ramón Suárez, decidieron ir a pescar al río La Palma, en
las proximidades de San Pedro de Mayabón, sin sospechar la tragedia
que les esperaba.
Los bandidos estaban ubicados en los
tupidos montes próximos y al divisar a los jóvenes los capturaron
y comenzaron a torturar a Pedro. Mas se descuidaron con Ramón y
éste escapó y llegó a San Pedro de Mayabón con el aviso.
Milicianos y soldados rebeldes
corrieron presurosos a salvar la vida del joven alfabetizador, pero
llegaron tarde.
Aquellos criminales al servicio de la
CIA, lo habían asesinado.
El crimen no quedó impune y en
septiembre de 1964 la peligrosa banda fue cercada y aniquilada por
las tropas de Lucha contra Bandidos.
Pedro Morejón cimentó con su sangre
la victoria contra las bandas organizadas por el imperio para
derrocar la Revolución y se convirtió en símbolo.