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Las "travesuras" del
Niño
RAMÓN BARRERAS
FERRÁN
CIENFUEGOS.— Este es
otro Niño, no el fenómeno climatológico. Es un agricultor
cienfueguero que ha demostrado, como otros, que con esfuerzo y
voluntad puede producirse mucho en un pedazo de tierra y tener en
ella prácticamente de todo.
El campo de garbanzos es uno de sus mayores orgullos.
Preguntar por Manuel
Jesús Gallardo Santana en el municipio de Cruces es perder el
tiempo. Pero si se indaga por el Niño enseguida le indican dónde
vive.
Conversador por
excelencia y con un carácter jovial, siempre invita al recién
llegado a recorrer su área. Sembrados de col, tomate, zanahoria,
remolacha, plátano y frijol crecen a uno y otro lado del camino,
sin que quede casi espacio sin cultivar.
Muestra también el
campo de garbanzos como ejemplo de que casi todo lo que se siembre y
atienda, crece y produce. Esta no será la primera vez que logre
cosechar ese grano que, por mucho tiempo, no formó parte de las
producciones agrícolas cubanas.
Tiene además plantas
medicinales, media hectárea de plátano con el sistema de cultivo
extradenso (más cepas en la misma área con menos espacio libre
entre ellas), cerca de mil matas de frutales, gallinas, patos,
tilapias y otras especies en dos estanques, y una pequeña vega de
tabaco.
Está orgulloso de ser
fundador del Movimiento de la Agricultura Urbana, a la que se
incorporó con un huerto intensivo.
El punto de venta que
él abastece tiene la condición de Referencia Nacional. Todos los
días hay 16 ó 17 productos que salen del mismo pedazo de tierra,
los cuales se ofertan según la lista de precios aprobada
oficialmente y en muchas ocasiones por debajo.
Hortalizas y viandas de
su área llegan diariamente a dos círculos infantiles, dos hogares
de ancianos, una escuela especial y tres comedores escolares del
municipio.
Todos los cultivos son
agroecológicos, pues para fertilizar y favorecer el desarrollo y
crecimiento de las plantas utilizan la materia orgánica y el humus
de lombriz. El control de las plagas lo hacen con medios
biológicos, no químicos.
Ahora el Niño está
empeñado en hacer otras "travesuras": sembrar unas 10 000
matas de rosas y azucenas, echar a andar una máquina para producir
sacharina y conformar los llamados bloques nutricionales para el
ganado vacuno y los cerdos.
Todo eso con un 30% más
de producción que el año pasado (acopió 6 110 quintales en total)
y la entrega de 58 litros de leche a los hogares maternos y de
ancianos, y a la bodega del poblado conocido como Paradero de
Camarones.
Bienvenidas, pues, las "travesuras"
de este Niño agricultor. |