Preservar el patrimonio histórico de Bayamo

PEDRO MORA

BAYAMO.— La labor de los especialistas cubanos y extranjeros en esta ciudad, aunque no alcanza la magnitud de la realizada en La Habana Vieja, persigue los mismos objetivos. Se trata de la restauración de la Plaza del Himno y la Capilla de Nuestra Señora de Los Dolores, incluidas en un abarcador proyecto para preservar importantes patrimonios radicados en el centro histórico de la oriental ciudad.

Foto: AGUSTÍN SAMLa Plaza del Himno forma parte del proceso restaurador.

En la Plaza, el 20 de octubre de 1868, el pueblo bayamés entonó por primera vez los versos de lo que sería años más tarde el Himno Nacional, acompañando a su creador, el patriota Perucho Figueredo.

La Capilla de Los Dolores, joya arquitectónica de la etapa colonial, quedó entre los pocos inmuebles que salieron ilesos de la quema de la ciudad el 12 de enero de 1869. Había sido construida entre 1738 y 1740, anexa a la Parroquia del Santísimo Salvador, un templo abierto en el siglo XVI, vinculado a la fundación de Bayamo.

La licenciada Lourdes Carbonell Hidalgo, directora del centro provincial de Patrimonio Cultural, explicó que este trabajo se debe a la necesidad de impulsar aceleradamente la restauración de los inmuebles patrimoniales de la ciudad, pues el contexto ecléctico se renueva y muestra los efectos de un esfuerzo colectivo por mejorar la imagen.

Sin embargo, los elevados costos que demandaba eran una limitante para resolver problemas de tal envergadura, como la zona de la calle Padre Batista, algo rezagada con respecto a las labores en el templo de la Iglesia Mayor, iniciadas en 1996 de conjunto con el Obispado.

Cuadros y especialistas elaboraron un proyecto integral que consistió en el estudio minucioso zonal de lo más antiguo del centro histórico urbano que comprendería además a la Capilla de Nuestra Señora de Los Dolores, con altos valores históricos y arquitectónicos.

Organismos internacionales apoyaron el financiamiento en divisas y a ellos se unieron el Poder Popular Provincial, el Obispado y el Ministerio de Cultura.

El proyecto se denomina Barranca de la Lizana–Plaza del Himno y la inversión asciende a unos 170 000 dólares y más de 190 000 pesos en moneda nacional. Agenda 21 destina además 80 000 dólares para el saneamiento.

Las labores abarcan la rehabilitación total de 10 viviendas en la calle Padre Batista y parcial a 16 en la Plaza del Himno. Además recibirán tratamiento de conservación la Casa de la Nacionalidad Cubana y las oficinas del Registro de Bienes Culturales.

En el caso de la Capilla de la Catedral de Bayamo, a la antigüedad se unen las técnicas constructivas del siglo XVIII cubano empleadas, por lo cual especialistas de la Universidad italiana de Florencia participan en los trabajos de restauración y en los estudios estructurales.

El altar barroco de la Capilla es una talla en madera laminada en oro que se supone entró al país a través del comercio de contrabando. Detrás, se han encontrado pinturas monocromáticas alegóricas a la Pasión de Cristo que algunos especialistas consideran las más antiguas de Cuba como dibujos en muros.

La actual Catedral de Bayamo fue declarada Parroquia Mayor en el año 1613 y destruida por los terremotos de 1551, 1624 y 1766, y las llamas insurrectas de 1869. En su interior se estrenó la música de nuestro Himno Nacional el 11 de junio de 1868 y en noviembre quedó bendecida la bandera enarbolada por el Padre de la Patria en La Demajagua.

Como parte del rescate del entorno, el proyecto abarca también el tratamiento de las aguas del río Bayamo.

Los especialistas avanzan en sus labores ganando tiempo al cronograma y desentrañando secretos de antiguas obras muy relacionadas con las raíces de la cubanía.

 

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