En Cuba Mike Figgis

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT

No hace mucho, la prestigiosa revista Cahiers du Cinema le preguntó a Mike Figgis si sabía cuál de las cuatro pantallas de un filme suyo que estaba siendo discutido era la más seguida por los espectadores.

La que tiene más diálogos —respondió el director inglés—, o bien la que tenga sexo, o posibilidad de sexo.

Sin demasiadas complicaciones intelectuales, el realizador estaba demostrando que con todo y ser un propugnador del cine experimental, tenía los pies bien puestos sobre la tierra.

Mike Figgis, el director de Leaving Las Vegas y Hotel está por estos días en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio, impartiendo un curso. La primera cinta es bien recordada por los espectadores, no solo por la formidable actuación de Nicolas Cage en el papel de un alcohólico en viaje terminal, sino también por ser una historia perfectamente estructurada dentro de una de esas atmósferas opresivas tan recurrentes en el cine de Figgis. La otra, Hotel, clasifica dentro de los parámetros de su cine renovador y poco convencional, una manera de hacer que combina las cuatro pantallas, la experimentación actoral, las posibilidades del cine digital y todo cuanto se le pueda ocurrir a este director de inquietantes proposiciones estéticas.

Músico, actor y productor, Figgis entró por la puerta grande del celuloide con su primera realización, Lunes tormentoso, de 1987. Doce largometrajes desde entonces en los que se mezclan los estilos y géneros más variados. Ahí están Miss Julie (1999), una historia de amor en la rígida sociedad clasista de la Suecia de finales del siglo XIX, con un retrato de personajes como para aprender, e igualmente Asuntos sucios (1990) con Richard Gere —un giro de noventa grados para caer en las coordenadas del thriller policiaco— y su más reciente filme, de hace un año, La casa, trama terrorífica del más puro corte comercial, que trae a Dennis Quaid y a Sharon Stone en los papeles de un matrimonio que se muda en busca de tranquilidad, sin imaginar que obtendrán todo lo contrario.

Una cinta esta última que, aunque no permita apreciar una cualidad que suele ser una constante en el cine de Mike Figgis, el riesgo, sí ofrece una medida de la capacidad del ex integrante de la banda de rock Gas Board para moverse con soltura en todo lo que sea imagen en movimiento.

Mike Figgis en La Habana. Los que han visto sus películas pondrían el cuño sin vacilación: El cine tiene en él a un importante de nuestros tiempos.

 

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