WASHINGTON, 17 de enero.— El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, tratará este martes de convencer a
los ciudadanos norteamericanos de su buen gobierno durante su
discurso sobre el estado de la Unión, reporta Prensa Latina.
Durante su habitual aparición sabatina, el
presidente anticipó las grandes líneas del mensaje que
pronunciará ante el Congreso, en el cual ensalzará los
resultados de su administración en la lucha contra el terrorismo y
en la gestión de la economía.
Bush dijo que el crecimiento de la economía es el
mayor en 20 años, pero no lo contrastó con las cifras de
desempleados que son las mayores en los últimos años y hace que
los especialistas observen con precaución el aparente repunte
económico.
Bush aseguró que la reducción de impuestos ayudó
a relanzar la economía, a pesar de que amplios sectores consideran
que las políticas impositivas de la Casa Blanca solo benefician a
los ricos.
Sobre los temas de seguridad, indicó que el país
continúa la lucha sin pausa contra los terroristas. No obstante,
muchos estadounidenses aprecian que la política de Washington solo
hace que la población prácticamente viva en un estado policial.
En su mensaje sobre el estado del país y sus
objetivos para el 2004 abordará, además, su interés en impulsar y
defender su plan de reforma migratoria.
Analistas en Washington opinan que el mensaje de
Bush tendrá fundamentalmente un contenido de auto-elogio debido a
las elecciones de noviembre donde aspira a reelegirse.
Supuestos logros en el Medio Oriente y en
Afganistán no faltarán en la intervención del mandatario,
descartando la persistencia de la resistencia en Iraq y de los
combatientes talibanes que luchan contra el gobierno de Kabul.
El mandatario hablará de la reforma del sistema de
salud para la Tercera edad aprobada en el Congreso a fines de 2003,
la que en opinión de sus críticos tiende a beneficiar a las
grandes empresas farmacéuticas y a la privatización de los seguros
de salud.
Sobre su plan migratorio que debe ser considerado
por el Congreso, una encuesta de la cadena de televisión ABC
arrojó que 51% se opone a la iniciativa y 41 por ciento la apoya.