El desafío de la vejez

Un estudio sobre salud, bienestar y envejecimiento revela nuevos datos sobre adultos mayores cubanos

SARA MÁS

Los nuevos problemas que trae consigo el envejecimiento de la población, considerado uno de los retos más notables para los países latinoamericanos y caribeños y el principal para Cuba, precisan de atención y de políticas centradas no solo en servicios de salud, sino también en la prevención.

Foto: AHMED VELÁZQUEZActualmente cerca del 15%
 de la población cubana tiene
60 y más años. En el 2025 será uno de cada cuatro cubanos.

Así lo hicieron notar ayer los asistentes a la presentación de resultados cubanos del estudio Salud, Bienestar y Envejecimiento en las Américas (SABE), realizado de conjunto entre la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPD) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y el Centro Iberoamericano de la Tercera Edad del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

El estudio SABE investigó en el año 2000 las condiciones de salud de los adultos mayores en las principales zonas urbanas de Argentina, Barbados, Brasil, Chile, México y Uruguay, y de La Habana, en el caso de Cuba.

Rodolfo Roque Fuentes, jefe de la ONE, destacó los valores del estudio y su evaluación integral del fenómeno del envejecimiento, cuyas tendencias e impacto podrían sumarse a la larga lista de vulnerabilidades en la región, de no atenderse a tiempo.

El proyecto SABE proporciona detalles sobre el estado de salud y condiciones de vida de las personas de 60 y más años de edad, sus patrones de morbilidad, deficiencias físicas, mentales y funcionales, así como su acceso a los servicios de salud. También ofrece información acerca de su participación en la fuerza laboral, arreglos domiciliarios, transferencias intergeneracionales y bienestar general, entre otros aspectos.

El país más envejecido de América Latina actualmente es Uruguay y el segundo es Cuba, señaló Juan Carlos Alfonso Fraga, director del CEPD, al exponer algunos resultados del estudio, primero de su tipo de la región y que, en el caso de nuestro país, investigó también a los cónyuges de los adultos mayores y personas de este segmento poblacional que viven en un hogar de ancianos.

La parte cubana de SABE abarcó a más de mil personas de los 15 municipios de la capital del país, donde hay al menos un adulto de 60 años o más en el 42% de las viviendas. Entre otros datos, se comprobó la sobremortalidad masculina, la presencia mayoritaria de personas de 60 a 74 años, así como la de mujeres sin vínculo conyugal (74%) —viudas, separadas y divorciadas— y de hombres casados o unidos (64%).

Aun cuando la mayoría de los entrevistados (80%) tiene una salud de excelente a regular y el caso cubano reportó la relación más baja entre salud y estado socioeconómico, los especialistas alertaron acerca de otros temas, como que las mujeres triplican los casos de diabetes, enfermedades del corazón y artritis respecto a los hombres y suelen tener una percepción más elevada de sus problemas de salud.

Con un amplio campo de estudio y aplicación, SABE significa un importante aporte para enfrentar el difícil desafío del envejecimiento, en un momento en que este proceso se acelera cada vez más en nuestro país, comentó el doctor Enrique Vega, director nacional del Adulto Mayor y Asistencia Social del MINSAP.

 

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