El
propósito de practicar trasplantes de médula ósea en el centro
del país cobra, por estos días, su mejor incentivo al completarse
la primera decena de esta modalidad terapéutica.
Ariel Núñez Quintero, de 26 años,
evoluciona sin contratiempos desde que el pasado miércoles le fuera
extraído líquido de este segmento de su cuerpo, para infundirlo
nuevamente en la mañana del viernes.
Según declaraciones del doctor
Manuel Arce González, el joven santaclareño padecía de un linfoma
de Hoogkin que ponía en peligro su vida, al presentar cuadros
sépticos (infecciosos) severos que conllevaron al diagnóstico hace
casi un año.
Un equipo multidisciplinario del
hospital Arnaldo Milián Castro —en especial del servicio de
Hematología— efectuó los procederes, encabezado por el doctor
José Luis Aparicio Suárez.
La médula ósea resulta un órgano
líquido que, al no estar dañado por el padecimiento de base,
permite al enfermo ser su propio donante (autólogo). Luego de un
proceso purificador y de aplicar altas dosis de medicamentos
citostáticos, a fin de barrer posibles células fatales, es
reinsertado al organismo.
De los diez trasplantes realizados en
Villa Clara, solo han fallecido dos pacientes, que recurrieron al
tratamiento para prolongar sus expectativas de vida ante cuadros
clínicos irrecuperables. Dicho método está valorado entre los
50 000 y 100 000 dólares en un país capitalista.