RÍO DE JANEIRO, 12 de septiembre
(PL). — En vísperas de una masiva marcha contra las armas, el
proyecto de Estatuto del Desarme, aprobado en el Senado y demorado
en la Cámara de Diputados, volvía hoy a primer plano de la
actualidad en Brasil.
Los ministros de Justicia y de
Derechos Humanos, Marcio Thomaz Bastos y Nilmario Miranda, el
presidente de la Cámara de Diputados, Joao Paulo Cunha, y el
presidente de su Comisión de Constitución y Justicia y ex relator
del proyectado estatuto, Luiz Eduardo Greenhalgh, anunciaron su
participación en la caminata del domingo en Río de Janeiro.
Cunha anunció asimismo que propondrá
en la Cámara la calificación de "urgencia urgentísima"
para el Estatuto del Desarme, y el presidente del Senado, José
Sarney, defendió que sea mantenido sin alteraciones el texto
aprobado por ese cuerpo legislativo.
Asimismo el líder del Partido del
Movimiento Democrático Brasileño, Renan Calheiros, alertó sobre
los riesgos de que la iniciativa sea desfigurada por presión del
lobby de los fabricantes de armas, que buscan atenuar lo más
posible sus alcances y suprimir el plebiscito que se prevé para el
2005, a fin de proponer la prohibición de la venta de armas.
En este contexto se realiza la marcha
convocada por la organización no gubernamental Viva Río, que
espera reunir de 70 000 a 100 000 personas y cuyo objetivo
primero es presionar por la aprobación del Estatuto.
Las últimas modificaciones
importantes al Estatuto del Desarme, aprobado el 23 de julio en el
Senado, fueron propuestas en la Comisión de Seguridad de la Cámara
de Diputados por su relatora en la misma, Laura Carneiro.