NACIONES UNIDAS, 12 de septiembre
(PL). — Pese al levantamiento de sanciones a Libia acordado hoy
aquí por el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos reiteró
su lenguaje amenazador contra el país norafricano.
Al comentar su abstención en una
votación favorable por 13 de los 15 miembros del órgano, el
embajador alterno estadounidense, James Cunningham, proclamó que
Washington "no renunciará a las medidas bilaterales" de
hostilidad.
Cunninghan recurrió a acusaciones
parecidas a las que precedieron a la guerra contra Iraq, como las de
presunto desarrollo por Libia de potencial armamentista nuclear y
biológico, "con la asistencia de otros países".
Según expuso Estados Unidos "no
puede garantizar" que la Fundación Gadafi cumpla en un plazo
de ocho meses una compensación comprometida por un monto total de
dos mil millones 700 mil dólares a familiares de víctimas de un
avión norteamericano derribado en 1988.
Del hecho, ocurrido sobre la
localidad escocesa de Lockerberie y en el que perecieron 270
personas, se responsabilizó a dos funcionarios libios, que años
después las autoridades condujeron a un tribunal en Holanda.
Tras esos pasos, Estados Unidos y el
Reino Unido expresaron su consentimiento con el levantamiento de
sanciones a Libia, que finalmente se decidió este viernes, luego de
cuatro aplazamientos de una votación pendiente desde mediados de
agosto.
En cambio Francia, que también se
abstuvo, se siente complacida con lo adoptado, manifestó su
embajador, Jean-Marc de la Sabliere, porque "constituye una
etapa importante" hacia la normalización de la vida
internacional del país magrebí.
Para llegar a este punto, la Fundación
Gadafi anunció una compensación adicional a los 34 millones de dólares
que recibieron familiares de las 170 víctimas de un avión francés
derribado sobre el desierto de Níger, en septiembre de 1989.
En su turno, el representante
permanente de Alemania, Gunter Pleuger, saludó el resultado de la
votación, pero recordó un atentado perpetrado en un centro
nocturno en su país en 1996, para cuyas víctimas, dijo, "Berlín
está esperando una compensación".