Película Suite Habana, esta semana, en Festival 
de San Sebastián

Clasificado oficialmente como documental, pero para la mayoría de la crítica local como estructura fílmica es imposible de encasillar por su singularidad

MADRID, 13 de septiembre (PL).— El filme Suite Habana, un retrato de la Cuba de hoy del realizador Fernando Pérez, que muchos consideran lo mejor del cine cubano en los últimos años, se presentará esta semana en el Festival de Cine de San Sebastián.

Suite Habana está clasificado oficialmente como documental, pero para la mayoría de la crítica local como estructura fílmica es imposible de encasillar por su singularidad.

En sus 80 minutos y con una decena de personajes reales de La Habana, la película logra un retrato en el cual está incluida la poesía de la gran ciudad que tiene un papel protagónico, sin pronunciar una sola palabra.

Francisquito, un niño con el síndrome de Down, huérfano de madre, su padre y sus abuelos, cuyos sueños son la felicitad del menor; un empleado del ferrocarril, evangélico que quiere ser músico; un médico que actúa como payaso y aspira a ser actor, son, entre otros, los habitantes de la ciudad que cuenta el realizador Fernando Pérez.

Aparece, asimismo, un empleado de higiene de un hospital que en las noches actúa trasvestido como una cantante de cabaret, un bailarín clásico que durante el día le reconstruye por propia mano la casa a su madre y por la noche actúa en el teatro, así como un enamorado de una cubano-americana, que emigra a Estados Unidos.

Según los comentarios, se trata de la historia de una ciudad que recibe el embate de la adversidad económica, y que a pesar de todo vive y sueña, y por ello custodia y rinde tributo espontáneo al rey universal de los soñadores: John Lennon, que tiene una estatua en un parque habanero.

"Tal vez sea un soñador, pero no soy el único", dice el verso de la canción Imagine, de Lennon grabado en bronce al pie de esa estatua, escena recurrente de la película, como si se mantuviera insomne en la vigilia, día y noche, bajo el sol y la lluvia, de los sueños de los habitantes de la capital cubana.

Fernando Pérez, ganador del premio Goya por La vida es silbar (1998), fue también director de Clandestinos (1987), Hello Hemingway (1990), y Madagascar (1994).

 

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