Restaurantes vegetarianos

La mesa está servida

DIEGO RODRÍGUEZ MOLINA

Si la naturaleza regala al hombre los vegetales para más larga y sana vida, los capitalinos no pueden menos que darle buena salud a esa feliz iniciativa que significó la apertura de siete restaurantes vegetarianos.

En el Pekín son cada vez más los clientes que, como Jorge Luis y Yanet, prefieren esta opción gastronómica sana y variada.

¿Qué ha pasado con ellos a casi dos años de nacido el primero —el Pekín, en el Vedado— y a poco más del año de los restantes?

Si bien los criterios de la mayor parte de los clientes encuestados y lo visto por un equipo de reporteros de Granma durante un recorrido en los últimos días, permiten valorar favorablemente esa primera etapa, también alertan acerca de la necesidad de pulir detalles, adecuar y seguir nutriendo una atractiva experiencia que, aunque hoy se extiende por el resto de las capitales provinciales, los habaneros no han sabido aprovechar en toda su dimensión.

Foto: ALDO MEDEROSDesde muy pequeños, los niños adquieren nuevos hábitos alimenticios en el restaurante vegetariano del Mónaco.

Con un promedio de 50 platos, la presencia de no menos de siete vegetales que combinan de las más diversas formas, y agradables confort e higiene, se mantiene el Pekín, que el día de nuestra visita tenía problemas con una mesa caliente para el autoservicio y había retrasado la apertura por déficit de personal especializado de cocina, uno de los problemas que luego comprobaríamos está afectando igualmente a otros centros de ese tipo.

"Espléndido el servicio aquí, adonde he venido otras veces y ha sido rápido y con buenos precios en moneda nacional", comenta Jorge Luis Fundora, quien allí almorzaba acompañado de Yanet Frade López, su esposa, la que confiesa sentirse "halagada con la invitación en esta y otras ocasiones a un lugar tan acogedor".

En el Libro del Cliente predominan las felicitaciones al colectivo, la satisfacción por la calidad y variedad, así como por los precios, y un cliente que afirma haber venido al restaurante siete veces en menos de tres meses, deja testimonio, además, de su excelencia, pulcritud y amabilidad en el trato, mientras otro califica a la unidad de "un oasis en medio de la ciudad", pero, a decir verdad, aún subutilizado.

En el restaurante vegetariano Biki, en la céntrica esquina de Infanta y San Lázaro, igualmente con variada oferta, la afluencia de público era mayor y para grata sorpresa descubrí la presencia del seis veces campeón mundial y tres olímpico, Felix Savón, quien no quiso marcharse sin dejar testimonio de su satisfacción por su visita al lugar, cuyo servicio califica de "muy buena calidad, con trato amable y cordial".

Con la satisfacción de haber incrementado ofertas, clientes y el vínculo con los círculos de abuelos, así como el deseo de acabar de hacer las nuevas cosas que se proponen, como pizzas de cebolla, pimiento y otros vegetales, hallamos a los trabajadores del restaurante del Mónaco, en el municipio de 10 de Octubre.

Un enamorado de lo que hace es su administrador, Alexis Rodríguez González, que no obstante el buen criterio que allí existe sobre el servicio, siente la inconformidad de ver limitados muchas veces los déficits de frutas, situación que comparte el resto de las unidades, pese a las facilidades que tienen de adquirir ellas mismas estos productos, al igual que los vegetales frescos y la vianda.

"Pero es que en el mercado escasean y están muy caras", aclara cuando profundizamos en relación con los deficitarios frutales, al igual que la remolacha, el pimiento y la zanahoria, y que junto con la col y la acelga, son claves para garantizar variedad, colorido y presentación de los platos.

El Carmelo, en Calzada y D, en el Vedado, Plaza de la Revolución, sobresale por su vínculo con escuelas de la zona, tiene el círculo de interés El Vegetalito, hace comidas especialmente preparadas para los niños y estos las acompañan de infinidad de preguntas y convierten en clases en las que aprenden cosas interesantes de nutrición, como el alto contenido de proteína de la soya, el plato fuerte.

Casi todos los encuestados coinciden en la necesidad de que precios, servicios, calidad e iniciativas, sean estables y se combinen favorablemente para que con el paso del tiempo y la rutina no deterioren la imagen de establecimientos acogidos por la aprobación popular.

Estos restaurantes han servido la mesa a favor de mejores hábitos nutricionales y opciones alimentarias. Sentémonos, pues su comida natural satisface el apetito.

 

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