WASHINGTON, 10 de septiembre (PL).
— Las trágicas memorias del 11 de septiembre de 2001 en Nueva
York estremecen hoy, en vísperas del segundo aniversario, a los
estadounidenses, entre quienes crece el temor por la posibilidad de
vivir un nuevo y horrendo episodio terrorista.
Aunque el refrán rece que "el
tiempo lo cura todo", no parecen muy fácil de cicatrizar las
heridas causadas por los ataques de aviones contra las torres
gemelas del World Trade Center de Manhattan, y el Pentágono, así
como el derribado en Shanksville, Pennsylvania.
Según fuentes oficiales, la cifra de
víctimas fatales fue de 2 800 personas, y muchos de los
cuerpos no pudieron ser recuperados, principalmente en las ruinas de
la torres, lugar conocido desde entonces como "Ground
Zero" (Zona Cero).
Los latinos se presentan entre los
más afectados por los hechos, y una cuarta parte de las 15 000
personas que perdieron sus empleos tras esos sucesos eran hispanos.
Un sondeo realizado por la compañía
Gallup, de la cadena televisiva CNN y la revista Times, reveló que
los estadounidenses no lograron olvidar las escenas del mayor
atentado terrorista de la historia en Estados Unidos.
Apenas el tres por ciento de los
encuestados dijo que la vida volvió a la normalidad, mientras el 78
por ciento destacó que ha sido imposible curar las heridas.
Elora Mucas, de 37 años y residente
en Brooklyn, declaró esta semana al New York Times que
"honestamente, creo que volverá a suceder... tengo la idea de que
ellos (los terroristas) están esperando que la gente olvide y
vuelva a dormir".
Incluso, apostilló el diario en su
comentario, el temor de los estadounidenses por el 11 de septiembre
es ahora más patente que durante el primer aniversario.
Quizás, los recientes atentados
contra intereses norteamericanos en el exterior y el descontento en
el mundo árabe por la invasión de Washington a Iraq hagan creer a
los ciudadanos en la posibilidad de vivir otro trágico episodio en
suelo patrio.
Además, el Buró Federal de
Investigaciones (FBI) reconoce que carece de información concreta
sobre los ataques de 2001, por los que fue culpado el grupo
terrorista Al Qaeda, que dirige el millonario saudita Osama bin
Laden.
El rotativo The Washington Post
dedica un editorial al tema, bajo el título: "Quien ayudó a
los secuestradores es todavía un misterio".
Hasta la fecha, precisa la fuente, el
FBI y los investigadores del Congreso difieren grandemente en el
análisis de si los 19 autores del robo de los aviones (15
ciudadanos sauditas) recibieron asistencia de otros grupos
operativos de la red en Estados Unidos.
"Sabemos muy poco de los
ataques", reconoció el jefe del departamento de
contraterrorismo y contrainteligencia en el FBI, Larry Mefford,
quien añadió que "desafortunadamente, no lo sabemos
todo".
La institución federal despliega en
el tema la mayor investigación de la historia, con el concurso de
unos 7 000 agentes y durante la cual se realizaron 180 000
entrevistas, destaca el Post.
El 11 de septiembre se convirtió
desde 2001, por desgracia, en una fecha de luto inevitable y, por
demás, imborrable para Estados Unidos.