Fusión salsera

Encuentro Cuba-Puerto Rico, preámbulo del XIV Festival Internacional Benny Moré

Omar Vázquez

Issac Delgado se unió a Moncho Rivera en el estribillo de Por eso yo vendo música, de Tite Curet Alonso. Nuestro popular cantante no abusó del protagonismo que le pidió el público asistente al verlo aparecer. Decididamente, solo quería cumplir su papel de anfitrión como presidente del evento. Esa fue la nota distintiva del primer programa del Encuentro Cuba-Puerto Rico, preámbulo habanero del XIV Festival Internacional de Música Popular Benny Moré.

Foto: JOSÉ M. CORREAMoncho Rivera en La Habana.

La influencia de ambas islas ha sido de vital importancia en el desarrollo de la modalidad salsera. Todos sus cultores han sentido, en algún momento, la atracción de la música cubana, interés que también se ha producido en sentido inverso, creándose una de las fusiones culturales más intensas e interesantes de la música latinoamericana. Moncho Rivera es un válido ejemplo de esa fusión.

Dinámico cantante, en una línea tradicional que nos recuerda la de José Alberto —El Canario—, Moncho Rivera, con el apoyo escénico de parejas de Coabey Dances, se sirvió de los juegos de palabras en Para cumba la cumbitá y A recordin, a recordar, estilo en el que innovó nuestro Orlando Guerra —Cascarita—. Habrá que esperar sus presentaciones en el Festival, que se desarrollará del 11 al 14, en Santa Isabel de las Lajas, para extenderse en una mayor valoración sobre su arte.

La Casa de la Música Habana EGREM fue adecuado escenario para el encuentro, que reunió también a Bamboleo y su líder Lázaro Valdés; y a Pupy Pedroso, quien con su banda Los que Son Son hizo las delicias de los bailadores.

 

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