BEIRUT, 23 de julio (PL).
— Dos soldados norteamericanos murieron hoy y otros seis
resultaron heridos en Iraq, a consecuencia de un nuevo ataque de la
resistencia armada opuesta a la ocupación angloestadounidense,
informó la Voz del Líbano.
Una de las acciones tuvo lugar en
Mosul, norte de Iraq, donde pereció un soldado y otros seis
quedaron heridos a causa de una explosión, indicó la radioemisora.
La víspera se realizó una
operación militar en esa misma ciudad en la cual perdieron la vida
Uday y Qusay, hijos del derrocado presidente Saddam Hussein, según
confirmó el Comando Central estadounidense (Centcom).
Qusay estaba considerado el sucesor
de su padre y dirigía la sección Especial de la Guardia
Republicana, cuerpo de elite del gobierno, y Uday era el jefe de la
brigada de voluntarios islámicos (Fedayines), entrenados para la
guerra de guerrillas.
También en la localidad de Ramadi,
al oeste de Bagdad, capital iraquí, otro soldado cayó al estallar
un vehículo en el que viajaban varios efectivos, señaló la radio.
Un portavoz del Centcom dijo este
miércoles que el auto debió cruzar sobre una mina o haber sido
atacado con explosivos por miembros de la guerrilla iraquí, quienes
rechazan la presencia de las tropas del eje Washington-Londres.
Con esta acción la cifra de muertos
se elevó a 45 soldados, desde que el mandatario norteamericano,
George W. Bush, diera por terminada las principales acciones de
guerra el pasado 1ro. de mayo.
La Voz del Líbano reportó, además,
que una nueva cinta de audio de Saddam Hussein fue difundida esta
mañana por el canal árabe de televisión Al Arabiya, en la cual el
ex líder iraquí llamó a los militares a continuar la lucha armada
contra los ocupantes.
La telemisora dio a conocer que la
grabación fue hecha el pasado domingo, sin ofrecer mayores
detalles.
El mando castrense norteamericano
atribuye la creciente resistencia existente en Iraq contra las
fuerzas militares extranjeras, a la creencia de sectores de la
población de que Hussein aun sigue vivo.
Hasta el momento, se desconoce el
paradero del ex mandatario, por quien la Casa Blanca ofreció el
pasado mes una recompensa de 25 millones de dólares, y es objeto de
una intensa búsqueda por parte de los efectivos
británico-estadounidenses.