Comenzó la especulación de los Grammys Latinos 2003
Músicos cubanos copan la tradición y la
modernidad tropical
Otra nueva
nominación para Chucho Valdés
Pedro
de la Hoz
Aunque
la mirada publicitaria se dirija a las figuras que acumularon mayor
cantidad de nominaciones, el colombiano Juanes y el grupo
multicultural Bacilos, los Grammys Latinos 2003, al menos en dos
categorías, amenazan con convertirse en un asunto cubano.
Entre los fonogramas que
se disputan el título de Mejor Álbum Tropical Tradicional
clasificaron Buenos hermanos, de Ibrahim Ferrer; Guitarra
mía, de Polo Montañez; y Estoy como nunca, de Eliades
Ochoa, que confrontarán con Mi ritmo, del conjunto
puertorriqueño Plena Libre y 50 años de mambo, por The
Mambo All Stars Orchestra, integrada en buena medida por músicos de
la Isla.
Ibrahim en una sesión de estudio.
Los nuevos desarrollos
de la música popular bailable cubana cada vez tienen un mayor peso
en el mercado discográfico, como lo prueba el hecho de que por el
Mejor Álbum Tropical Contemporáneo entren en la liza Live in
the USA, de la Charanga Habanera, y En el Malecón de La
Habana, de Los Van Van, con lo que comienza a deshacerse una
visión tópica que solo concedía valor internacional a las
variantes tradicionales soneras.
Estos discos se las
verán con uno a caballo entre el pasado y el presente,
protagonizado por otro excelente músico cubano, el guitarrista
Manuel Galván, veterano de Los Zafiros y luego de Buenavista Social
Club, en compañía del norteamericano Ry Cooder (Mambo Sinuendo)
y la más reciente producción del panameño Rubén Blades, Mundo.
Definitivamente, los
organizadores de esta versión de los Grammys dejaron a la salsa en
capítulo aparte, con lo que se favorecieron los "clásicos" de esa
especie acuñada por el mercado hispano-norteamericano: Oscar
D'León, el Gran Combo, India, Víctor Manuelle y Gilberto Santa
Rosa.
Orishas avanzan en el hip hop.
Quien parece haberse
hecho habitual, a fuerza de su extraordinario genio, en estos
asuntos de las nominaciones es Chucho Valdés. Su disco en solitario
Fantasía cubana, grabado en Estados Unidos por Max Wilcox,
el último productor de Arthur Rubinstein, concursará por el Mejor
Álbum de Jazz Latino.
Otros que entraron en la
exigente lista dada a conocer ayer en Miami fueron Orishas con su
segundo disco Emigrante, en la categoría Mejor Álbum de Hip
Hop-Rap.
Los premios se darán a
conocer el próximo 3 de septiembre en esa ciudad del Sur de la
Florida, plaza que centraliza hoy por hoy los más grandes negocios
de la música latina, pero en la que la intolerancia y el fanatismo
de la mafia anticubana obligaron el año pasado a trasladar la sede
de los Grammys Latinos a Los Ángeles.
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