MÉXICO, 14 de julio (PL).
            — Cerca de dos millones de niños son maltratados por sus padres y
            familiares en México, donde la violencia doméstica se reconoce hoy
            como un problema de salud prioritario para las autoridades.
            Agresiones físicas y psicológicas
            contra los niños han crecido en las familias mexicanas y solo en
            la capital del país, donde existen más de 20 millones de
            habitantes, siete de cada 10 familias se desenvuelven en situaciones
            de violencia, según autoridades de salud.
            Arturo Loredo Abdala, de la clínica
            de atención integral del niño maltratado del Instituto Nacional de
            Pediatría, explicó a la prensa que las agresiones ocasionan en
            muchos de los casos la muerte del infante, la disfunción de alguna
            estructura de su cuerpo y un daño psicológico permanente.
            Sostuvo que la probabilidad de que un
            menor sea maltratado es muy alta y predomina en menores de cuatro
            años, mientras que entre los pequeños de entre seis y 10 años de
            edad es más frecuente el abuso sexual.
            Loredo apuntó que, de acuerdo con su
            experiencia, las madres son las que más maltratan a sus hijos en
            las áreas urbanas mientras en las zonas suburbanas son los padres.
            El especialista agregó que en el
            caso de los abusos sexuales viene de parte de figuras familiares
            como el padrastro, abuelo, padre o hermano.
            Las autoridades han situado a la
            violencia como un perentorio problema que es necesario resolver,
            pues se conoce que el 85 por ciento de los menores que han sido
            maltratados tiende a reproducir patrones violentos al ser padres de
            familia.