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Con Jorge Perugorría en Matanzas
La pintura no es un
embullo tardío
Ventura
de Jesús
MATANZAS.—
Los yumurinos se entusiasmaron con la noticia de que Jorge
Perugorría estaría en el cine Velasco.
Cuando el hecho fue de
dominio público, muchos se acercaron a la instalación para admirar
las virtudes del actor cubano. Y aunque la noticia seguía siendo
buena, la presencia del artista no estaba asociada a su extensa
filmografía.
"Vine
a inaugurar una exposición de algunas de mis pinturas en el salón
de estar de este cine", comentó a Granma. "Es solo una
muestra de algo más abarcador que he expuesto al público de la
capital y en Granada, España."
Aunque tiene la certeza
de no defraudar en su condición de artista de la plástica,
Perugorría se acusa íntimamente de haber dejado la pintura por la
actuación. "Fue algo que me gustó desde muy chico, pero al final
tomé mi rumbo como actor".
El conocido artista, que
entró al mundo de la fama con Fresa y chocolate, confía en
que haya sido un aplazamiento útil pese a su ilusión de retomar la
pintura ahora con una señal algo más seria. "Me encuentro en un
proceso de búsqueda en cuanto a técnica y los temas se relacionan
con mi vida personal, como actor y el cine".
Al parecer mejor
constituido intelectualmente para hacer cine, uno de los más
afamados actores cubanos aprovechó la ocasión para que los
matanceros, y especialmente los niños y jóvenes que disfrutan de
sus vacaciones, vieran algunas de sus películas.
Los cinéfilos se darán
el gusto con filmes como Cosas que dejé en La Habana, Rencor,
Bámbola y Cuando vuelvas a mi lado.
Nos puso al corriente de
su quehacer en la gran pantalla. "Acabo de terminar Caribe,
rodada en Costa Rica, además de otras dos producciones, una cubana,
Frutas en el café, dirigida por Humberto Padrón, y Tange,
la cual evoca la emigración japonesa hacia Brasil".
Espera con interés la
posibilidad de encarnar el personaje de Mario Conde, de Leonardo
Padura. Anuncia que se trata de un empeño para el próximo año y
que en total serán cuatro filmes.
A pesar de su extensa
obra (ha participado en unas 30 películas) en Jorge Perugorría
prevalece el vigor de la juventud a los 38 años de edad y en sus
previsiones figura alcanzar la plena madurez como actor. Está
convencido que le queda mucho por aportar.
Por estos días tiene la
ilusión de que el público matancero concurra al cine Velasco a
apreciar sus pinturas con el mismo gozo que ve sus películas. "No
es un embullo tardío, es algo que también amo desde que era un
niño".
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