La provincia de Las Tunas comenzó la aplicación
de medidas organizativas y de ahorro de agua para enfrentar los
efectos de la prolongada sequía que ha vulnerado las fuentes de
abasto y los cultivos en los últimos años.
Durante una reunión presidida por
Pedro Jiménez, primer secretario del Partido en la provincia, las
entidades grandes consumidoras de agua se comprometieron a
racionalizar el preciado líquido para favorecer el sistema de
distribución a la población.
La delegación del Ministerio de la
Agricultura en el territorio llevará el agua en pipas a unas
30 000 cabezas de ganado vacuno y abrirá 1 200 pozos
criollos en lugares con condiciones para el regadío de las
plantaciones.
En la reunión se informó que a
mediados del mes en curso se terminará la reparación de la
potabilizadora de la presa Cayojo para llevar el agua a la ciudad de
Las Tunas, distante a unos 15 kilómetros, y con una población que
sobrepasa los 130 000 habitantes.
Las actuales fuentes de abasto de la
capital provincial se encuentran en estado crítico, pues tanto la
presa el Rincón como la cuenca de agua subterránea La Cana están
llegando a los límites de explotación.
Los embalses de Las Tunas en conjunto
se encuentran al 44 por ciento de capacidad y cuatro están en el
nivel muerto a causa de las pocas precipitaciones en este
territorio, donde mayo fue de los menos lluviosos de los últimos 69
años. (AIN)