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Agua y calor, elementos favorables al Aedes Reynold Rassí Nos encontramos en los meses de lluvias, a lo cual se suma el fuerte calor del verano. Estos dos elementos naturales constituyen el caldo de cultivo para la generación de focos del mosquito Aedes aegypti.
En enero del 2002 el índice de infestación en el país fue de 0,6%. Por ello se decidió librar nacionalmente, y muy en especial en Ciudad de La Habana, una extensa ofensiva antivectorial que tuvo dos objetivos fundamentales: cortar la transmisión de la enfermedad del dengue y llevar al mínimo la presencia del mosquito. Fruto del esfuerzo colectivo, de la voluntad y decisión políticas, participación activa y decidida de la comunidad, descentralización en el trabajo y una inter y multisectorialidad de los organismos involucrados en esa batalla, se logró una reducción hasta el 0,1%. En abril del pasado año concluyó la ofensiva y a partir de entonces se desarrolló una etapa de sostenibilidad del trabajo realizado, y en este 2003 se trabaja en la prevención sistemática. Por todo este esfuerzo y sus resultados, nuestro país será sede del Segundo Congreso Mundial sobre el Dengue, a finales de este año, en La Habana, y ha sido propuesto como Centro Colaborador en esa temática para las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud. MÁS VALE PRECAVER... La positiva labor de las brigadas permanentes de Salud Pública, reforzadas en la capital con combatientes del Ejército Juvenil del Trabajo y más de 400 000 estudiantes de secundaria básica dedicados al control focal los fines de semana, ha permitido que la mayoría de las áreas de Salud se encuentre libre de infestación. En estos meses de agua y calor —y también durante el resto del año— se hace imprescindible no retroceder y hacer a tiempo un esfuerzo conjunto para evitar un nuevo brote del mosquito. Junto al trabajo de Salud Pública y de los estudiantes, es vital en esta tarea la actuación de la comunidad y del movimiento obrero. En cada Zona de los Comités de Defensa de la Revolución se crearon las Brigadas Populares de Higienización, que deben mantenerse activadas y realizar su labor de visitar las casas de cada cuadra, para evitar los criaderos potenciales del mosquito, y movilizar las fuerzas del barrio para efectuar una labor de saneamiento y recogida de basura. La familia es un factor decisivo en el autocontrol focal, a fin de eliminar los posibles depósitos donde este vector deposite sus huevos, que luego se convertirán en miles de larvas. Importante papel desempeñan los médicos y enfermeras de la familia en la educación higiénico-sanitaria de la población, reiterando las medidas que eliminen todo lo que pueda generar focos del mosquito. Ahora se está a tiempo para adoptar las medidas que contribuyan a controlar y erradicar este peligroso y dañino vector. |
