Plan global de paz levantino debe incluir Siria y Líbano

En la cumbre que sesionó en el balneario galo de Evian, los siete países más industrializados y Rusia —el Grupo de los 8— se pronunciaron por incluir a los dos estados árabes en un proyecto más amplio que logre la distensión en esta región

AMMÁN, 3 de junio (PL). — Siria y Líbano deberían estar incluidos en un proceso de paz global en el Medio Oriente, al estilo del Mapa de Ruta que se orienta hacia la solución por etapas de la crisis israelo-palestina.

En la cumbre que sesionó en el balneario galo de Evian, los siete países más industrializados y Rusia —el Grupo de los 8— se pronunciaron por incluir a los dos estados árabes en un proyecto más amplio que logre la distensión en esta región.

Medios de prensa europeos captados aquí informaron que los líderes del G-8 mostraron en sus discusiones "hasta qué punto es deseable un arreglo de paz global que incluya a Siria y Líbano".

Asimismo, los participantes a la cumbre en la ciudad francesa de Evian trasladaron a sus ministros el estudio "lo antes posible" de las medidas necesarias para apoyar el relanzamiento y reconstrucción de la economía palestina.

En sus declaraciones, los mandatarios del G-8 saludaron la aceptación por parte de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina del Mapa de Ruta, aunque todavía no existen compromisos concretos de Tel Aviv respecto a ese proyecto de paz.

Observadores de la crisis árabe-israelí opinan que el apoyo de los países más desarrollados al proyecto se vincula con la necesidad política de no ser sobrepasados por los acontecimientos y por el unilateralismo estadounidense.

Además, los promotores del Mapa de Ruta son Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, relacionados directamente con el G-8, y las Naciones Unidas.

Este es el primer encuentro al mayor nivel de la alineación de los estados más industrializados tras la guerra de Washington contra Iraq, al cual asistieron países que en alguna forma rechazaron el uso de la violencia contra el gobierno de Saddam Hussein.

La conferencia dio la posibilidad de concertar criterios para que los intereses de los estados del G-8 no queden excluidos en el reordenamiento mesoriental anunciado por politólogos occidentales.

En ese ámbito sería armónico encontrar una solución a otros asuntos sepultados en el Medio Oriente: la devolución a Siria de las Alturas del Golán y la retirada completa de los soldados israelíes del territorio libanés.

La víspera el presidente francés, Jacques Chirac, expresó que "si hay una guerra entre Israel y los palestinos, también la hay entre Israel y Siria y Líbano", con lo cual un plan de paz que implicara a Damasco y Beirut, "facilitaría las cosas".

 

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