MANILA, 3 de junio (PL). — La
población filipina alcanzó los 82 000 000 de habitantes,
con un incremento anual de 1,8 millones de nacidos vivos,
cifra que —según la estatal Comisión de Población (CP)— se
duplicará en los próximos 29 años de proseguir el alto índice de
natalidad.
Si no se adopta con urgencia una
política para controlar el elevado ritmo de crecimiento
demográfico, las consecuencias serán muy negativas para el
desarrollo económico y social del país, estimó el director de ese
organismo, Tomas Osias.
Igualmente alertó que la tendencia
al aumento acelerado poblacional va aparejado a la demanda de más
alimentos, viviendas, escuelas y otros servicios sociales, una
situación que el gobierno de Manila podría no estar preparado para
enfrentar con eficacia.
Mencionó como otra secuela
desfavorable, los daños al medio ambiente ante la progresiva
disminución de las áreas boscosas, la degradación de los suelos,
la disminución de las fuentes fluviales, así como la
contaminación del agua potable.
"La planificación familiar
consciente es la clave para garantizar un hábitat saludable a las
generaciones futuras", urgió Osias.
Según pronósticos de la CP, para el
2015 la zona capitalina de Metro Manila pasará de los
10,9 millones de residentes actuales a unos
15 millones, lo que convertirá a esta urbe en una de las
23 más populosas del mundo.
En contraste, datos de la sociedad
independiente IBON Foundation Incsos tienen que un 87,5 por ciento
de las familias filipinas viven en la miseria.
Al ser el único país asiático de
mayoría católica, en Filipinas el poder eclesiástico ha frenado
varias normativas que propician el control de la natalidad, tras
alegar que eso va en contra de las escrituras sagradas de la Biblia.