EDITORIAL
Gracias, Führer
Verdaderamente tenemos
razones para estar felices. Ayer 20 de mayo del 2003, cuando se
conmemoraba el 101 aniversario del triste y bochornoso día y año
en que después de destruido el Partido de José Martí y desarmado
ya el Ejército Libertador nos entregaban una caricatura de
República con Enmienda Platt y derecho de intervención, recibimos
del señor Bush un dulcísimo y conmovedor mensaje, que textualmente
dice así:
"Hoy,
los cubanos alrededor del mundo celebran el 20 de mayo, Día de la
Independencia de Cuba. A nombre del pueblo de Estados Unidos, saludo
a la Comunidad cubana. Mi esperanza es que el pueblo de Cuba
disfrute pronto de las mismas libertades y derechos que nosotros
tenemos. Las dictaduras no tienen lugar en América. Dios bendiga al
pueblo cubano que lucha por su libertad. Gracias."
Desde luego que ayer
mismo la emisora subversiva, pérfida y ultrajantemente bautizada
con el nombre de José Martí, salía al aire con cuatro nuevas
frecuencias, y un connotado terrorista de Miami volaba libremente en
alta mar, más allá de las 12 millas, a lo largo de la franja
marítima entre Boca de Jaruco y Matanzas, ensayando transmisiones
televisivas hacia Cuba, en violación desvergonzada de las normas
internacionales que rigen la materia, con plena tolerancia de las
autoridades de Estados Unidos. Un sujeto como este y otros que
actúan al servicio del gobierno de Estados Unidos, jamás van a
parar a las insólitas jaulas instaladas en el territorio cubano de
Guantánamo ocupado a la fuerza por Estados Unidos, donde encierran
sin ley o norma alguna a ciudadanos de decenas de países.
En horas de la tarde, en
adición a esto, como sorpresa especial de la Administración Bush,
guardada como gran secreto de guerra, la señal televisiva salió al
aire de seis a ocho de la noche, utilizando canales y sistemas
usados en varias provincias por Cuba en programas educativos,
informativos y recreativos.
En realidad, tales
transmisiones no constituyeron un éxito técnico del cual
enorgullecerse. Muy pocos escucharon sus ruidos.
El gobierno de Estados
Unidos no debe olvidar que la radio cubana podría ser escuchada por
onda media en muchos Estados norteamericanos.
¿Se trata acaso de otra
burda y grosera provocación contra Cuba?
Por otro lado, un cable
de la AFP fechado ayer en Washington, informa que "el gobierno de
George W. Bush no ha finalizado todavía la revisión de la
política hacia Cuba para responder a la reciente represión de la
disidencia, indicaron el martes los congresistas republicanos
Lincoln y Mario Díaz-Balart e Ileana Ros Lehtinen."
Estos señores, como
todos recordamos, fueron los que, junto al embajador de Estados
Unidos en República Dominicana, del círculo íntimo del genial
Bush y del "bebito" Jeb del mismo apellido y Gobernador de la
Florida, afirmaron en fecha reciente que, después de Iraq, Cuba.
Nuestros compatriotas
pueden apreciar cuán extraordinariamente honesto y piadoso fue el
mensaje del gobierno de Estados Unidos hacia el pueblo de Cuba y
cuán increíblemente patrióticos son los llamados "disidentes"
que, empapelados hasta el cuello con dólares del imperio, luchan
por la libertad y la independencia de Cuba.
A nadie engañan ni
podrán engañar los lobos disfrazados de abuelitas. Si el señor
Bush ignora todavía las medidas a tomar, el pueblo de Cuba no
ignora en absoluto cuál es su deber. Con dulzonas y cínicas
maniobras de engaño, no van a persuadir a nadie de que Cuba no
corre riesgo alguno.
Tampoco renuncian los
devoradores de Caperucitas Rojas a la idea de mantener sobre
nuestras cabezas la espada de Damocles de medidas económicas y
otras similares de carácter punitivo contra la Revolución. Todas
las anunciadas o previstas como posibles para reforzar el bloqueo y
estrangular nuestra economía han sido analizadas. Ninguna de ellas
tendrá el éxito que esperan.
No les creemos en
absoluto cuando ahora, tratando de enmendar sus estúpidas amenazas,
alegan que todas las opciones están contempladas menos la
invasión. Lo mismo dijeron después de la invasión mercenaria de
Girón y antes de la Crisis de Octubre, cuando desde marzo de 1962
ya tenían elaborados y aprobados más de 15 pretextos que parecían
salidos de una verdadera olimpiada de cinismo, ruindad e infamia.
Tampoco les creemos
cuando expresan preocupaciones sobre posibles éxodos migratorios
masivos que en realidad tratan de promover.
Su bloqueo económico,
sus esfuerzos por crear dificultades adicionales de este tipo, su
Ley asesina de Ajuste Cubano y sus desvergonzadas amenazas de hacer
en Cuba lo mismo que en Iraq, sólo sirven para elevar el potencial
migratorio dentro de Cuba. El objetivo de sus provocaciones en este
sentido, según conocemos perfectamente por afirmaciones tanto
públicas como privadas de los principales cabecillas de la mafia
terrorista de Miami y la extrema derecha, es provocar incidentes que
sirvan de pretexto para agredir a nuestro pueblo.
Del grupito "selecto" de
11 personas que fue invitado a conmemorar en la Casa Blanca la
infausta y bochornosa fecha del 20 de mayo, tres eran conocidos
terroristas:
1. Eusebio de Jesús
Peñalver Mazorra. Arrestado el 12 de diciembre de 1995, en tiempos
de Clinton, por las autoridades norteamericanas en California cuando
participaba en los preparativos para realizar una incursión armada
contra Cuba, ocasión en que se le ocupó un cargamento de armas.
Está vinculado al terrorista Luis Posada Carriles, preso en Panamá
por el proyecto de hacer estallar 48 kilogramos de explosivos en una
reunión de estudiantes a donde asistiría el Presidente del Consejo
de Estado de Cuba.
2. Ernesto Díaz
Rodríguez. Estuvo involucrado en un plan de atentado al Presidente
de Venezuela, Hugo Chávez, en 1999. Viajó a Venezuela con motivo
de la VII Cumbre Iberoamericana en Islas Margarita para tratar de
realizar actividades contra la delegación cubana. En esa misma
ocasión, en las proximidades de Puerto Rico, fue capturado por un
guardacostas norteamericano, un yate que se dirigía hacia Islas
Margarita con el mismo fin, ocupándosele dos fusiles calibre 50 con
miras telescópicas, que se utilizarían para asesinar al jefe de la
delegación, el compañero Fidel. Tanto el barco como los fusiles
eran propiedad de directivos de la Fundación Nacional
Cubano-Americana. A pesar de los hechos probados, los involucrados
fueron absueltos por influencias y presiones de la mafia terrorista
de Miami.
3. Ángel Francisco
D'fana Serrano. Ex preso contrarrevolucionario. Había sido
sancionado en Cuba por actos terroristas.
Aunque hablaron muy
confidencialmente con el señor Bush, con seguridad que éste, dada
la composición del grupo, no les contó una palabra sobre planes
muy íntimos y el compromiso de eliminar al jefe de Estado cubano,
que contrajo con los jefes de la mafia cubano-americana que tan
diligentemente y mediante fraude lo condujeron a la Presidencia de
Estados Unidos.
No debieran, sin
embargo, apresurarse a creer que sus acechanzas y siniestros planes
les quitan el sueño al pueblo cubano y a sus dirigentes. La
preocupación fundamental de Cuba no emana de los problemas
relacionados con su propia seguridad. En Girón, en la Crisis de
Octubre, en los días en que el campo socialista de Europa y la
propia URSS se derrumbaban y en los últimos 20 meses después del
atroz atentado contra el pueblo norteamericano en Nueva York, que
fue convertido en fuente de histeria, pretexto para amenazar con
ataques preventivos y sorpresivos a 60 o más países y golpear con
armas exterminadoras de destrucción masiva lejanos y oscuros
rincones del mundo, ante un Dios que según el autor de esa
fantasía fundamentalista no es neutral, el mundo ha sido testigo de
la dignidad y el valor del pueblo cubano; un pueblo verdaderamente
heroico que, cuando muchos políticos cobardes, mediocres e
ignorantes eran incapaces de ver con claridad que sobre el planeta
se cernía la aterradora realidad de una tiranía mundial
nazi-fascista, no ha vacilado en denunciarla. Los que ante tales
hechos callan miserablemente, gobiernos o individuos, carecen de la
más mínima moral para criticar a un país como Cuba, que defiende
sus derechos más sagrados. ¡La historia los sepultará junto a su
cobardía, su complicidad y sus mentiras!
Las imágenes de
millones de hombres reclamando independencia, libertad, respeto a
sus valores religiosos y éticos, y la devolución de sus recursos
conquistados por la fuerza en un país invadido sin la menor
justificación legal o moral, serían suficientes para hacer razonar
a dirigentes políticos cuerdos. Problemas tales no podrán ser
jamás resueltos con bombarderos y misiles, tanques y cañones,
armas nucleares, biológicas y químicas.
El señor Bush, autor de
los bombardeos contra ciudades que, transmitidos por televisión,
estremecieron y movilizaron al mundo, dejando huellas imborrables
para toda la vida en millones de niños, madres y ancianos que
soportaron los dantescos ataques, promete que "los cubanos serán
pronto libres" y que "las dictaduras no tienen lugar en América".
Eso, afortunadamente, es muy cierto. El pueblo norteamericano se
hartará de sus disparatadas y fanáticas ideas, que lo pueden
conducir, entre otras cosas, a catástrofes económicas y
ecológicas. La América Latina y el Caribe no admitirán jamás su
ALCA saqueador con el que quiere arrebatarles la soberanía y los
recursos, y mucho menos se resignarán a su tiranía mundial
nazi-fascista.
Señor Bush: por su
extraordinaria nobleza y su generosidad infinita hacia los cubanos,
en este 20 de mayo del 2003, le expresamos nuestra más profunda
gratitud. ¡Ya verá con qué conmovedora emoción y cariño lo
recibiremos en la tierra de Martí y de Maceo, de Camilo y del Che! |