Una maniobra más en
la campaña anticubana
Reynold
Rassí
Los
vínculos de la mafia terrorista con los medios de difusión de
Miami y el Gobierno de Bush, y sus maniobras para atacar a la
Revolución, se pusieron de manifiesto tras la devolución ayer a
nuestro país de un grupo de 27 emigrantes ilegales cubanos por el
Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos.
El grupo lo integran 25
hombres, una mujer y un menor, quienes habían partido del país con
medios propios entre los días 8 y 14 últimos, en diferentes
salidas y desde distintos puntos de Ciudad de La Habana, La Habana y
Villa Clara.
La primera salida se
efectuó el 9 por la playa de Guanabo, con tres personas; otra el 14
por el reparto Brisas del Mar, también en Guanabo, con siete
hombres, una mujer y su hijo adolescente; la tercera el 8 de mayo,
por la playa El Salado, provincia de La Habana, con seis hombres; la
siguiente el 10, por Nazabal, Encrucijada, protagonizada por tres
personas; y una quinta el día 13 de mayo, por Caibarién, con seis
emigrantes. Estos dos últimos territorios pertenecen a Villa Clara.
Todos los grupos, en
días posteriores a la salida fueron interceptados en alta mar por
guardacostas norteamericanos. Casi la totalidad de los devueltos
adujeron como motivaciones la reunificación familiar o que iban en
busca de mejoría económica. Cinco de ellos eran reincidentes en
salidas ilegales, otros cinco tenían antecedentes delictivos, y uno
ha cumplido sanción de privación de libertad por tráfico ilegal
de drogas. Algunos de los emigrantes dijeron haber hecho gestiones
oficiales, pero no les fueron otorgadas las visas por el Gobierno
estadounidense, lo cual motivó su partida ilegal por mar, en busca
de los "beneficios" de la asesina Ley de Ajuste Cubano, la cual pone
en crisis los Acuerdos Migratorios entre ambos países.
Llama la atención el
show publicitario montado en el mar con el caso de los integrantes
de la embarcación de pesca deportiva Lista Cinco, que había salido
de Caibarién el 13 de mayo, con su dueño y otras cinco personas.
"El
día 15 fuimos interceptados por un guardacostas de Estados Unidos a
poco más de tres millas de la Florida, y sus tripulantes nos
conminaron a detener la marcha. Tratamos de continuar y nos lanzaron
una soga que se enredó en la propela de la nave, la cual se detuvo.
Entonces cuatro de nosotros nos lanzamos al agua para nadar hasta la
costa, pues dicen que los cubanos que llegan a tierra firme los
dejan quedar. En ese instante observamos varios helicópteros y
otras lanchas, desde algunos de los cuales se veía que estaban
filmando lo ocurrido.
"Durante
dos horas nadamos y esquivamos las lanchas patrulleras, hasta que
nos cansamos y decidimos entregarnos a las autoridades
norteamericanas. Al llegar al guardacostas conocimos que estaban
transmitiendo en vivo, por canales de televisoras de Miami, lo que
nos había pasado", manifestó José Ramón Santos de la Torre,
dueño de la nave de pesca deportiva.
Daniel de la Torre
Urbay, primo de José Ramón y quien cumplió nueve años de
prisión por tráfico ilegal de drogas, apunta: "Conocíamos lo que
era la Ley de Ajuste Cubano, y por eso tratamos de llegar a la costa
estadounidense, pero no pudimos. Pensé que con esa propaganda tal
vez nos dejaran en Miami, y sin embargo nos devolvieron".
Esta inusitada cobertura
de la prensa norteamericana forma parte de la campaña anticubana, y
demuestra la marcada intención de tener a Cuba en el punto de mira
internacional, sin importar los medios que utilicen ni las vidas que
pudiera costar. |