LISBOA, 21 de mayo (PL). — Un
encuentro informativo sobre la actualidad cubana se celebró en
Coimbra, Capital Nacional de la Cultura, con la comparecencia como
invitado del embajador de Cuba en Portugal, Reinaldo Calviac.
A la reunión, convocada por el
núcleo de Coimbra de la Asociación de Amistad Portugal-Cuba
(AAPC), asistió numeroso público interesado en conocer pormenores
de los acontecimientos más recientes en torno a la Isla, debido al
enfoque tendencioso con que fueron abordados por la prensa
portuguesa.
Victor Lamas, presidente del núcleo
de Coimbra de la AAPC, se refirió a la situación de amenazas a
Cuba creada por el gobierno de Estados Unidos y sus servidores de
las organizaciones contrarrevolucionarias en Miami, Florida.
Mencionó las sistemáticas acciones
provocadoras por parte de la Sección de Intereses de Estados Unidos
en La Habana, que desembocaron en la detención, enjuiciamiento y
condena de un grupo de individuos que calificó de mercenarios
actuantes al servicio de una potencia extranjera.
Afirmó que más de cuatro décadas
de bloqueo, acciones de sabotaje y terror, intento de asesinatos de
sus dirigentes e introducción de plagas y enfermedades, permiten
afirmar que Cuba enfrenta una guerra de Estados Unidos, la cual, por
no declarada, constituye la peor de todas.
Por ello, añadió Lamas, hoy más
que nunca se debe ampliar y fortalecer la solidaridad.
Calviac
hizo una extensa exposición de la historia del conflicto entre Cuba
y Estados Unidos, que no comenzó, afirmó, con el triunfo
revolucionario del Primero de Enero de 1959, sino mucho antes, y en
el cual jugó un papel esencial la proclamada independencia de la Isla el 20 de mayo del 1902, que convirtió al país en una
neocolonia.
Dijo que las más recientes acciones
contra la Isla se enmarcan en la política de Washington contra La
Habana desde hace 44 años, caracterizada por la promesa anual de
sucesivos presidentes de aquel país a la ultraderecha anticubana de
Miami de devolverles aquella república mediatizada, erradicada para
siempre desde 1959.
Mencionó la constante provocación
generada por los intentos de crear una quinta columna para intentar
subvertir el orden constitucional cubano y derrocar a la
Revolución, como quedó demostrado más recientemente en los
juicios a los mercenarios internos.
Más adelante, relató la ola de
secuestros de aviones y embarcaciones de los últimos meses y la
amenaza trasmitida por las autoridades estadounidenses de que si esa
situación continuaba ello pondría en peligro la seguridad nacional
de Estados Unidos, lo cual podría significar un bloqueo naval y
luego una agresión militar.
La necesidad de proteger a la nación
cubana y a la vida de sus 11 000 000 de ciudadanos fue lo
que obligó a las autoridades del país a, una vez desbaratado el
agresivo intento de secuestro de la lancha Baraguá por delincuentes
comunes con pésimos antecedentes penales, aplicar la pena de muerte
a los tres principales implicados.
Tales hechos, afirmó Calviac, fueron
abordados por los medios de difusión dominados por la superpotencia
mediante una campaña de desinformación colosal para crear un
sentimiento de repudio hacia Cuba en el pueblo estadounidense y en
todo el mundo.
La reunión de Coimbra siguió a
acciones similares asumidas por los núcleos de Lisboa, Oporto y
Setubal de la AAPC, organización que se prepara para participar en
la Brigada internacional José Martí de trabajo voluntario y
encuentros con diversos sectores de la sociedad cubana.