WASHINGTON, 21 de mayo (PL). — El Senado norteamericano dio luz verde al Pentágono para el reinicio
de investigaciones y desarrollo de armas nucleares de baja potencia,
en sintonía con las pretensiones del Pentágono y la Casa Blanca de
modernizar su arsenal atómico.
Según reseña hoy el USA Today, la
votación en la Cámara alta la víspera fue de 51 votos a favor y
43 en contra, veredicto que echa por tierra los 10 años de
prohibición que había establecido el Congreso contra estos
programas.
"No pensemos en que se trata de
baja potencia, pensemos en un pequeño Apocalipsis", advirtió
el senador demócrata Jack Reed, al objetar que este tipo de arsenal
no es una necesidad militar de los tiempos actuales, sino una
pretensión de Estados Unidos para mantener su liderazgo mundial.
Defensores del control de armas en el
país norteño sostienen que aún cuando el Departamento de Defensa
diga que solo le interesa llevar a cabo investigaciones, las
intenciones con este proyecto indican lo contrario.
De acuerdo con John Isaacs,
presidente del grupo defensor del control de armas denominado Mundo
Habitable, la humanidad sabe que si el Pentágono incursiona en este
terreno es para ir un poco más lejos.
A tono con el documento aprobado en
el Senado, Estados Unidos podría desarrollar portadores nucleares
de hasta cinco kilotones, una tercera parte de la potencia de la
bomba atómica lanzada por Washington en la ciudad de Hiroshima en
1945.
El martes el secretario de Defensa,
Donald Rumsfeld, declinó identificar los posibles escenarios para el
empleo de este tipo de armamento, al limitarse a decir que es
necesario el reinicio de las investigaciones para saber qué hacer.
La propuesta de eliminar la
prohibición a las investigaciones y el desarrollo de armas
nucleares de baja potencia, se suma a otros dos proyectos ya
impulsados por la Casa Blanca.
El primero de ellos es el denominado
Penetrador Nuclear Robusto, portador seis veces más poderoso que
las bombas lanzadas contra Japón a fines de la Segunda Guerra
Mundial, proyecto para el cual el Congreso ha destinado unos 15,5 millones de dólares.
Asimismo, se prevén otros
25 000 000 para reducir de 36 a 18 meses el tiempo de
preparación entre una y otra prueba nuclear en el polígono de
ensayos de Nevada.
Este jueves, un proyecto similar
sobre armas atómicas de pequeño alcance debe ser presentado en la
Cámara de Representantes, el cual de ser aprobado pasaría junto al
del Senado al Comité de Conferencias, de donde saldría la versión
final del documento.
Expertos en el tema consideran que
estos pasos dados por la administración Bush constituyen un fuerte
incentivo a la carrera armamentista, particularmente en lo relativo
a la competencia de armas nucleares cuando hoy en el mundo no tiene
rivales de peso en este campo.