ISLAMABAD, 21 de mayo (PL). —
Cuatro agentes de Afganistán, vestidos de civiles, murieron hoy
"por equivocación" a manos de soldados estadounidenses en
Kabul, capital de esa nación centroasiática, hecho sumado a una
larga lista de víctimas del Pentágono.
El incidente ocurrió cuando un grupo
de uniformados, que custodiaba la embajada de Washington en Kabul,
disparó contra unas 10 personas sospechosas de manipular armas,
declaró el general de la policía afgana Abdul Rauf, citado por un
medio periodístico paquistaní.
Igualmente manifestó que otros
cuatro oficiales de seguridad de su país resultaron heridos durante
las descargas de bala.
"No hubo disparos por la parte
afgana, excepto uno de los lesionados que disparó en defensa
propia", precisó Rauf, tras suponer que se trató de una
"lamentable confusión".
Hasta el momento, el mando del
Pentágono en Afganistán no se pronunció sobre este hecho.
El pasado 9 de abril, un total de 11
civiles, incluidas siete mujeres, perecieron cuando un avión del
Pentágono bombardeó una vivienda en la oriental provincia afgana
de Paktika, según comunicó en aquel entonces el gobernador de ese
lugar, Mohamad Alí Jalali.
De acuerdo con la versión militar de
Estados Unidos, difundida aquí, el piloto de un avión Harrier que
perseguía a supuestos enemigos rebeldes dejó caer de forma
accidental la letal bomba de 1 000 libras sobre una casa
habitada.
Tras los atentados del 11 de
septiembre del 2001, el presidente estadounidense, George W. Bush,
acusó al saudita Osama bin Laden de tales ataques y bajo ese
argumento invadió el 7 de octubre del mismo año a Afganistán,
acción que hasta la fecha costó la vida a más de 3 000
civiles, según la ONU.
En julio del año pasado, al menos 50
civiles murieron también y más de 100 resultaron heridos al
bombardear un avión estadounidense a los invitados a una boda.
Para justificar estos incidentes, la
secretaría de Defensa de Estados Unidos los califica de
"daños colaterales que no pueden evitarse en una lucha larga y
dura" supuestamente contra el terrorismo internacional.
Unos 9 000 efectivos
norteamericanos y 2 500 de países aliados están desplegados
en Afganistán para intentar destruir a los remanentes del antiguo
poder Talibán (1996-2001) y de la organización Al Qaeda, liderada
por Bin Laden.
Sin embargo, las fuerzas invasoras no
han podido localizar y atrapar al saudita, de quien se desconoce su
paradero.