Cada vez que el precio del barril de
petróleo en el mercado internacional se incrementa en un dólar,
Cuba invierte 50 millones de dólares más.
Tan difícil coyuntura energética
precisa medidas de ahorro y austeridad.
En el caso del transporte, a mediados
de 2002 se prohibió la circulación de camiones vacíos a
distancias mayores de 150 kilómetros y se hizo obligatorio que
éstos, al regreso, pasaran por una de las 92 agencias de carga
existentes en todo el territorio nacional.
Gracias a tales disposiciones, a
finales de ese año se movió un millón 800 000 toneladas de
productos, más de la mitad de lo transportado por la Unión de
Camiones del MITRANS, con el ahorro de 14 000 toneladas de
diesel.
Está previsto que al cierre del
presente se sobrepasen los dos millones de toneladas de carga
movidas y las 17 000 toneladas de combustibles dejadas de
gastar en transportaciones imprescindibles.
Adicionalmente, se estableció que
todo el movimiento de contenedores a una distancia superior a los
250 kilómetros se realice mediante el ferrocarril Flecha Roja, con
la única excepción de cargas especiales.
El tránsito de un contenedor por
carretera de La Habana a Santiago de Cuba consume 631 litros de
combustible, mientras por tren, apenas 211, argumento convincente
para que todos los organismos cumplan tal disposición.
En estos momentos el MITRANS está en
disposición de aumentar las capacidades de ese servicio
ferroviario, ya que ello implica, además, ahorro de neumáticos,
baterías y menos desgaste de motores y piezas de repuesto.
Pero la medida más trascendental
adoptada es el reordenamiento de la transportación de mercancías
dentro de las provincias y municipios, pues en ocasiones hacia un
mismo destino salían varios camiones con cantidades suficientes
para uno solo.
De septiembre a febrero de 2003, se
aplicaron fórmulas racionales locales a más de 216 000
toneladas de carga, lo cual se tradujo en 560 toneladas de
combustibles menos.
La elaboración de sistemas
integrales de explotación de las flotas de transporte en todos los
ministerios y organismos de la Administración Central del Estado,
junto a otras medidas prácticas, pueden generar ahorros de unos 390
millones de dólares en un año.