La Super en la mirilla (1)

Habaneros, ¿podrá repetir?

SIGFREDO BARROS

Cualquiera podría pensar que por el hecho de estar integrado en más de un 50% por jugadores del flamante campeón Industriales, la selección Habaneros tiene allanado el camino hacia la conquista del título en la II Super Liga de Béisbol cuya inauguración tendrá por escenario el espirituano parque José Antonio Huelga a partir de mañana miércoles.

Pero este deporte quizás sea el único en el cual dos más dos no siempre suman cuatro. Y el mentor Rey Vicente Anglada será puesto a prueba en un torneo que se asemeja a un rapid trance ajedrecístico con solo 21 juegos para cada equipo, y una gran paridad entre el cuarteto de concursantes, como lo demuestran los números acumulados de cada uno.

Habaneros posee un cuerpo de lanzadores cuyo average de ganados y perdidos es el mejor, un fantástico 712. Y reúne a tres relevistas (Osbeck Castillo, Juan Carlos Linares y el zurdo Arley Sánchez) que, en conjunto, salvaron 26 partidos, algo sumamente importante en una lid con características diferentes a la Serie Nacional, en la cual será aplicado con rigor el moderno concepto de separar a los lanzadores en abridores, intermedios y cerradores.

El mayor dilema del manager azul será: ¿colocar a los jugadores de Industriales como abridores, mezclarlos con los peloteros provenientes del Habana, Metros y la Isla o darles a estos últimos una mayor preponderancia? El ser o no ser del atribulado Hamlet.

Salta a la vista que la presencia del avileño Roger Machado responde a la necesidad de colocar en la receptoría a un hombre de más experiencia que Joel Galarraga, habida cuenta de que Cañizares será utilizado en la función de bateador designado, alternando con Oscar Macías, manteniendo así el uno-dos Enriquito-Tabares, una fórmula que funcionó a plenitud durante la XLII Serie, al extremo de colocar 269 carreras en el pizarrón (165 anotadas y 104 impulsadas).

Foto: RICARDO LÓPEZ HEVIAJuan Carlos Moreno, 
de nuevo con Habaneros.

Alternar bateadores zurdos y derechos será también una estrategia para seguir por todos los directores de equipos, pues en este torneo se han congregado un total de 13 lanzadores siniestros, ocho de ellos alineados a partes iguales entre Centrales y la selección habanista. Por ello, es de suponer que Scull y Arozarena defenderán la inicial y el binomio Abdel Quintana-Juan Carlos Moreno el campo corto, mientras que en la antesala habrá una interesante porfía entre la defensa de Rudy Reyes y la ofensiva de Serguei Pérez.

Los jardines son también motivo de discusión. Si no hay dudas de que el central es Tabares y el derecho es Kendry (el único bateador del conjunto con más de 600 de slugging, 609), resta el bosque izquierdo para Rigo Madera (avalado por sus 18 cuadrangulares), y el zurdo Yoandry Urgellés, con el versátil Doelsis Linares dispuesto a cubrir cualquier contingencia, no solo en el outfield, y en busca también de un puesto como regular.

Habaneros es el equipo con menor cantidad de jugadores con 100 jits (4), el de mejor tacto, con 501 ponches frente a los más de 600 de Centrales y Occidentales y los 720 de Orientales, el primero en salvados (32) y el segundo en menor cantidad de innings lanzados por sus pitchers, dos entradas más que Orientales, con la salvedad de que en el cuerpo de tiradores indómitos alinea el santiaguero Norge Luis Vera, quien solo trabajó en 19,1 innings. La buena labor de los entrenadores de pitcheo especialmente los de Industriales, permitió que los cinco serpentineros de los campeones presentes en el conjunto lleguen descansados a esta nueva etapa. Y esa pudiera ser el arma principal de Habaneros, actual monarca de la Super Liga. Y deseoso de repetir.

 

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