Estados Unidos fracasó estrepitosamente en Ginebra
Afirmó nuestro
Canciller en conferencia de prensa, precisando que el texto aprobado
no es una condena a Cuba y que la comunidad internacional reconoció
con ese voto el derecho de la Isla a aplicar sus leyes en defensa de
la soberanía nacional. Reacciones de la mafia de Miami
Arsenio
Rodríguez
Cuba
considera que fracasó estrepitosamente el intento de los Estados
Unidos de condenarla en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la
ONU, y que el rechazo mayoritario a la propuesta norteamericana de
enmienda presentada por Costa Rica, constituye una clara señal de
que la mayor parte de la comunidad internacional reconoce nuestro
derecho a aplicar las leyes en defensa de la soberanía nacional.
De esta forma sintetizó
Felipe Pérez Roque, en conferencia de prensa que fue transmitida en
el espacio de la Mesa Redonda, el recuento de los aspectos más
importantes acontecidos durante el debate efectuado en Ginebra,
durante las discusiones realizadas en las jornadas de trabajo de la
LIX Sesión de la CDH.
Comentó que sobre estos
acontecimientos, la conclusión de Cuba era, en primer lugar, que
fracasó estrepitosamente el intento del gobierno de los Estados
Unidos de lograr una condena contra la Isla en la CDH y considera
que el rechazo incuestionable, ampliamente mayoritario a la
propuesta norteamericana presentada por Costa Rica, es una clara
señal de reconocimiento de esa Comisión y de la comunidad
internacional al derecho de nuestro país a aplicar sus leyes.
Precisó que también es
un reconocimiento a la pertinencia y a la legalidad de las medidas
adoptadas por Cuba en defensa de su soberanía, y a castigar, según
nuestras leyes y todas las garantías, a un grupo de personas que
actuaba al servicio y financiados por una potencia extranjera que
agrede al país, o comete delitos tipificados por los instrumentos
internacionales como terrorismo y severamente penados en la
legislación cubana.
Subrayó que el texto
finalmente aprobado como resolución por el escaso margen de 4
votos, en medio de la actual coyuntura internacional en que Estados
Unidos aterroriza al mundo, no es una condena contra Cuba, y por
tanto, rechazó la idea de que la CDH nos haya condenado, ya que
Estados Unidos no pudo lograr su objetivo.
Las razones y el derecho
que nos asisten, comentó, y el apoyo de la comunidad internacional
es lo que impide que Estados Unidos y sus cómplices puedan lograr
la condena. Ello no quita que rechacemos también la resolución
adoptada, porque aunque no es un texto condenatorio, no tiene
justificación ni asidero legal.
Rechazamos ese
ejercicio, agregó, cuestionamos la pertinencia de esa resolución y
la idea de que sea un texto dirigido a establecer la cooperación
con Cuba, como han tratado de explicar sus patrocinadores
latinoamericanos.
Ello nos permitió
corroborar una vez más que en las condiciones de hoy, y sobre todo
después de la agresión a Iraq, la Unión Europea (UE)
desafortunadamente, no tiene capacidad para formular una política
propia e independiente hacia Cuba, aunque esperamos que algún día
una UE más madura, más clara de sus objetivos y de sus
responsabilidades en el mundo pueda borrar esta bochornosa página
de sus relaciones con nuestro país, señaló.
Informó que el
secretario de Estado asistente para Asuntos Internacionales en el
Departamento de Estado, Kin Holmes, uno de los principales
responsables de la diplomacia norteamericana, declaró este
miércoles que "los Estados Unidos apoyan fuertemente la resolución
introducida por tres países latinoamericanos que condena la
violación de los derechos humanos en Cuba, y por tanto, espero que
los representantes de los gobiernos de estos países no insistan en
la tesis de que a ellos los animó la voluntad de cooperar con Cuba".
Con esta declaración
queda claro que no había duda de lo que buscaba Estados Unidos,
pero un día antes Colin Powell había expresado su esperanza de que
la CDH aprobara una resolución que condenara la situación de los
derechos humanos en Cuba y que había conversado telefónicamente
con los ministros de Relaciones Exteriores de los países que
integran la Comisión para dejar bien claro la importancia que tiene
el voto de condena.
Y se preguntó nuestro
Canciller ¿Se puede imaginar alguien el contenido de esas
conversaciones? Se puede pensar en todo tipo de presiones y amenazas
al más alto nivel.
VERDADES QUE SE
IGNORAN
Después de la
votación, un vocero del Departamento de Estado norteamericano
declaró que no era una derrota, porque la resolución dice al mundo
que hay una violación de los derechos humanos en Cuba. En tal
sentido nuestro Canciller refutó que es falso tal criterio y dio
lectura a la resolución, que no expresa ninguna condena. Pero lo
importante es que quienes declaran no son ni Perú ni Uruguay ni
Costa Rica, sino Estados Unidos, agregó.
El gobierno
norteamericano fue por lana y salió trasquilado, afirmó. Ha
sufrido una derrota vergonzante y la comunidad internacional ha dado
un espaldarazo al derecho de Cuba de juzgar y condenar a los
culpables como actos de defensa.
Catorce años de
presiones terminaron en este ridículo texto aprobado, señaló,
pero esto no quiere decir que Cuba acepte ni siquiera este texto, lo
rechazamos y cuestionamos, porque no hay ninguna razón para incluir
el examen del tema de Cuba en la agenda de la CDH, órgano lastrado
en su funcionamiento por la actuación de un grupo de países
poderosos.
Pérez Roque recordó a
los presentes que hace solo nueve años que existe un Alto
Comisionado de la ONU para los derechos humanos y Cuba fue el primer
país de América Latina que lo invitó a realizar una visita al
país, en 1994.
Pero además, este Alto
Comisionado solo ha visitado cuatro países de la región: Colombia,
Costa Rica, Cuba y Panamá. ¿Por qué hay que pedir que otra vez
venga a Cuba y convertir eso en centro de enormes presiones y
manipulaciones?
La anterior Alta
Comisionada esperó cinco años la invitación del gobierno
norteamericano, que le dijo, tajantemente, que en Estados Unidos no
había nada de qué ocuparse en materia de derechos humanos y no la
invitó. ¿Por qué, si Estados Unidos no lo ha recibido y en
América Latina solo cuatro, incluidos nosotros, hay que convertir
en un objetivo el que Cuba reciba por segunda vez a un
re-presentante del Alto Comisionado?
Cuba no se niega a
cooperar con el Alto Comisionado, todo lo contrario, lo que no está
dispuesta a aceptar la manipulación de este tema, el empleo sin
escrúpulos de esta figura de Naciones Unidas para justificar la
campaña contra nuestro país y mantener el bloqueo.
No podemos aceptar esta
visita, porque le haríamos un flaco favor al resto de los países
del Tercer Mundo. Porque no solo defendemos el derecho de Cuba, sino
el de todos ellos a ser tratados con respeto.
El Alto Comisionado
cuando vino invitado a Cuba expresó en su informe que no había en
el país una situación de violación de los derechos humanos.
Además invitamos a una delegación de esa Comisión que coincidió
en que no existían violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas
de los derechos humanos.
Incluso Cuba invitó a
un grupo de organizaciones no gubernamentales que vinieron
encabezadas por la señora Danielle Mitterrand y luego de visitar
todo el país coincidieron con las opiniones de los anteriores.
¿Por qué debemos
aceptar la imposición de esta resolución? Y por eso reitero que
Cuba no va a colaborar con el mandato de esa resolución, lo que en
ningún caso significa una posición personal contra la señora que
ocupa el cargo, a quien apreciamos y respetamos.
¿Por qué los Estados
Unidos no se encargan de que el Alto Comisionado los visite a ellos
y además a otros países de América Latina, como Perú y Uruguay?
¿Por qué tienen que estar preocupados en que nos visiten por
segunda vez?
LA PENA DE MUERTE
COMO RECURSO EXCEPCIONAL
Hay personalidades que
han dicho que se ha aplicado la pena de muerte a disidentes
políticos, para referirse a delincuentes comunes con pésimos
antecedentes penales, quienes pusieron en peligro la vida de los que
viajaban en una embarcación, mediante un acto terrorista.
Acerca de ello, dijo, si
buscara un argumento, leería lo siguiente: "El presidente George W.
Bush tuvo en Texas el récord de ejecuciones de penas de muerte en
la historia de los Estados Unidos". En el invierno del año pasado,
él dijo "yo apoyo la pena de muerte, creo que es una medida que
ayuda a salvar vidas".
En los seis años que
estuvo como gobernador de Texas, fueron ejecutadas 152 personas.
Sobre este tema ningún país presenta una resolución. Los
diplomáticos norteamericanos deberían callar por pudor cuando
hablan de Cuba.
El Derecho Internacional
y la Ley cubana prohíben la aplicación de la pena capital a
menores de edad. Estados Unidos ha ejecutado a 12 menores desde
1977. Excepto Estados Unidos, todos los países están de acuerdo en
acatar el artículo 3.7 de la Convención sobre los Derechos del
Niño, que prohíbe la aplicación de la pena de muerte a menores de
18 años de edad.
Comentó el Canciller
que 85 penas de muerte se aplicaron en Estados Unidos en el año
2001 y 71 en el 2002. Mientras, 3 700 condenados esperan se ejecute
su sentencia en los pabellones de la muerte y 80 de los que esperan
la pena de muerte, eran menores de edad cuando cometieron los
delitos.
Estoy citando, dijo, un
informe de Amnystia International. ¿Por qué nunca se ha discutido
eso en la CDH? ¿Alguien lo propone, algún país europeo que
defiende la eliminación de la pena de muerte en el mundo?
Aclaró que el Gobierno
cubano no apoya la pena de muerte. Nosotros quisiéramos algún día
no tenerla. Ello no es consustancial a nuestra filosofía de la
vida. Es para nosotros, hoy, apenas un recurso excepcional y al que
solo acudimos por razones de causa mayor, con el que hemos tenido
que defender a un país agredido durante más de 40 años.
Es verdad que lo hemos
tenido que hacer ahora, para evitar la creación de una situación
en Cuba, una crisis, un incidente migratorio al que aspiran los
sectores que en Estados Unidos quieren una guerra, se ha aplicado
para evitar esa guerra, para salvar vidas. Hemos tenido que adoptar
una dolorosa decisión, que no disfrutamos, todo lo contrario,
porque tenemos sobre nuestros hombros la vida de millones de cubanos
y de decenas de miles de norteamericanos, quienes perderían sus
vidas en una confrontación entre los dos países.
Añadió que actuamos
para evitar que se consumara el plan destinado a crear una
confrontación entre los dos países. Si se cumplieran los acuerdos
migratorios, precisó, si no existiera la criminal Ley de Ajuste
Cubano, que permite a un asesino llegar a Estados Unidos y recibir
la condición de residente permanente de modo automático, si no se
recibiera a los secuestradores y si existiera un flujo migratorio
legal, seguro y ordenado que fue lo acordado, no habría sucesos
como los recientes secuestros de aviones y embarcaciones.
Acerca de las reacciones
en Miami, precisó que algunos piden el bloqueo naval contra Cuba.
Otros proclaman que el gobierno norteamericano debe pasar de las
condenas a la acción concreta, que es la apuesta de los grupos
extremistas de Miami.
Ya en la parte final de
la conferencia de prensa, Pérez Roque respondió las interrogantes
de los corresponsales extranjeros presentes acerca de varios temas,
reiterando a uno de ellos, que en el caso de una agresión, que no
deseamos, no seremos derrotados sin combatir y en Cuba no existe la
palabra rendición. Las amenazas no han logrado que perdamos el
sueño, afirmó.
Poco antes de concluir,
el colega uruguayo, Aníbal Arrarte, pidió la palabra para
trasladar al Canciller cubano la opinión que recoge el sentir de la
mayoría de sus compatriotas, cuando afirmó:
"Si
me permite salir del contexto ahora como periodista, sino como
latinoamericano, nací en Uruguay, siento la necesidad y la
vergüenza, y estoy seguro que hablo en nombre de la mayoría de los
uruguayos, de lamentar y disculparme por las náuseas políticas
creadas por la reiteración por segunda vez por el gobierno uruguayo
y otros lacayos latinoamericanos y europeos en vergonzosa maniobra
contra Cuba, que afectan directamente a su pueblo. Que la vergüenza
y el desprecio universal caigan sobre estos gobiernos lamebotas y
mercenarios."
Texto
completo de la Conferencia de prensa |