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De armas tomar son
los primeros campeones
Un equipo femenino de
fusil y un "pistolero"
Enrique
Montesinos
Norbelis
Bárzaga es un jiguanisero (Jiguaní, provincia de Granma) de 27
años, licenciado en Cultura Física, que confiesa con desenfado ser
soltero y sin compromiso y llevar unos 13 años en la práctica del
deporte.
Así solos, esos datos
pudieran corresponder a cualquiera de nuestros atletas, pero se
trata del primer campeón individual de la Primera Olimpiada del
Deporte Cubano.
"Desde
antes de realizar los diez disparos de la final tenía deseos de
ganar la medalla de oro, para quedar registrado en la historia de
este grandioso evento y que posteriores generaciones, tan buenas
como la nuestra, pudieran constatar que tuve ese enorme privilegio.
"El
triunfo se lo dedico a la valiente actitud de los Cinco Héroes
prisioneros políticos del imperio, al Comandante en Jefe Fidel
Castro, y a mis familiares.
"Las
finales que se celebran en la actualidad es lo más espectacular que
tiene este deporte del tiro deportivo. Se vive mucha emoción. Se
trata de momentos muy tensos. Cualquiera puede desplomarse.
El gesto de Norbelis es elocuente.
"Las
condiciones del tiempo no fueron buenas para competir, por los
cambios de luz y la brisa ligera, pero pueden catalogarse de
aceptables..."
Y habló y habló, todo
lo que requirió la curiosidad de la prensa, que registraba, en
masa, el momento histórico. El anuncio oficial del resultado fue
exactamente a las 12:34 p.m., aunque desde unos seis minutos antes
habían concluido los disparos y por las calificaciones parciales se
calculaba su victoria en la modalidad de pistola libre —de 60
disparos reglamentarios y otros diez de finales—, con las dianas
situadas a 50 metros de distancia.
Antes, el mismo deporte
del tiro, en el polígono Enríque Borbonet, había dado, poco
después de las 10:00 a.m., la primera medalla por equipos, ganada
por Centrales en la prueba de fusil neumático para damas, en la
cancha de 10 metros.
La espirituana Eglis
Cruz, 22 años y del equipo nacional; una matancera de Jagüey
Grande, de solo 14 años, Kenia García, de quien aseguran fue la
sensación en los Juegos Escolares; junto al aporte de la juvenil
tunera Lisandra Barroso (17 años), tuvieron la grandísima
satisfacción de ser las primeras asediadas por todos en su
carácter de campeonas.
Recibieron tanta
atención que hasta se las llevaron del campo de tiro, que pertenece
al municipio del Cotorro, para los estudios de la televisión —hecho
inédito, por lo menos aquí—, en el interín de terminados los 40
disparos clasificatorios y el comienzo de la fase decisiva, fijada
para la 1:00 p.m.
Pensé que Eglis, que
iba delante en la lid individual, sería afectada por ese "ajetreo"
en la concentración requerida por todo tirador, y que su coequipera
del nacional, Eunice Caballero, solo dos puntos detrás y en
representación de Occidentales, podría "pasarle la cuenta", pero
sin duda el día estaba para la espirituana y lo que hizo fue
aumentar su ventaja en dos puntos más, para solidificar su segunda
dorada del día.
El tiro concedió ayer
sus primeros seis juegos de medallas y continuará repartiendo
metales hasta el domingo. No será un deporte que atrae a las
multitudes, pero fue el que más medallas de oro dio a Cuba en los
pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo'98, con
23. Además, desde que hace algún tiempo se introdujo el sistema de
finales para los ocho mejor clasificados, ya hay bullicio y
emociones al aplaudir o desaprobar las calificaciones cuando son
anunciadas inmediatamente después de cada ronda de disparos. |