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Entrevista al embajador chino Wang Zhiquan

Confianza en el porvenir

ARNALDO MUSA

Foto: ALDO MEDEROSEl XVI Congreso del Partido Comunista de China tuvo lugar del 8 al 14 de este mes y el 15 fue la sesión plenaria del nuevo Comité Central. Se realizó una amplia renovación de la membresía de los órganos dirigentes, y se modificaron los estatutos de la organización. De ello habló a Granma el embajador de la República Popular en Cuba, Wang Zhiquan, quien también conversó sobre los avances y dificultades económicos del país, cómo enfrenta China los retos de su ingreso a la Organización Mundial de Comercio, y cómo van las relaciones económicas entre la nación asiática y nuestra Isla.

¿Qué camino va a seguir y qué objetivos se propone alcanzar el Partido Comunista más numeroso del mundo, con 66 millones 300 000 militantes? Sonriente, el diplomático indicó que todo ello está contenido en el informe de Jiang Zemin, secretario general saliente del Partido Comunista de China, al que calificó de manifiesto político y programa de acción de nuestro Partido para unir y dirigir al pueblo en un continuado avance.

Wang Zhiquan subrayó que este congreso partidista es el primero en el milenio, y señaló que se ha entrado en una nueva etapa histórica, porque si el anterior concibió la construcción de una sociedad modestamente acomodada, cuestión que consideró cumplida, ahora el XVI tiene como objetivo la construcción integral de una sociedad de ese carácter.

Destacó que el informe no solo fijó las metas para el próximo año, sino para futuras décadas, en las que resalta la cuadruplicación del Producto Interno Bruto para el 2020.

Asimismo, señaló el concepto de Triple Representatividad como el actual programa de acción para todos los militantes, que significa que el Partido Comunista de China tiene que ser el representante de las fuerzas productivas avanzadas, la cultura avanzada y de los intereses fundamentales de la abrumadora mayoría del pueblo.

"Quiere decir que el Partido tiene que ser la fuerza o el guía para todo el pueblo en la construcción económica, el desarrollo cultural y en la distribución de las riquezas, es, decir, reflejar y representar los intereses fundamentales del pueblo", apuntó.

En este contexto de modificación de los Estatutos, dijo que se introdujeron algunos cambios para el ingreso al Partido: "En China funcionan tanto empresas estatales como colectivas, privadas o no estatales y con inversiones extranjeras, todas con un importante papel en la construcción económica de nuestro país, así que los empresarios son igualmente constructores del socialismo. Este es un concepto importante, y creo que es una importante renovación", afirmó.

Durante el XVI Congreso fue electo el nuevo Comité Central, que tiene ahora 198 miembros, cinco más que el anterior, y 158 suplentes, siete más. Asimismo, hay un cierto rejuvenecimiento de la membresía, con una edad promedio de 55,4 años, medio año menos. Son 24 los miembros del Buró Político (antes 22), con un suplente; y nueve los del Comité Permanente del Buró Político, antes siete.

En el Congreso se nombró nuevamente a Jiang Zemin como presidente de la Comisión Militar Central, en la cual fueron renovados todos los vicepresidentes y demás miembros. Como secretario general del PCCh fue electo Hu Jintao.

"Hombre que cumplirá 60 años en diciembre venidero, de gran temple y formación política, de poco hablar, pero cuando interviene, lo hace con lógica. Estuvo también en Cuba", explicó el Embajador, quien agregó que Hu fue el dirigente político de la Región Autónoma del Tibet, donde tuvo un trabajo exitoso y mantuvo la estabilidad frente a la injerencia extranjera.

El diplomático recordó que para ser una sociedad modestamente acomodada, el XVI Congreso fijó 16 renglones a cumplir, de los que solo faltan tres: la elevación del ingreso del campesinado, alcanzar un promedio de consumo de 75 gramos de proteína diaria y que la salud pública llegue a todo el campo, cuestión cumplida en un 80%. Entre los logros se pueden citar que la población urbana tiene ya un promedio de ingreso por encima de los 900 dólares anuales, las viviendas tienen como norma 12 metros cuadrados en la ciudad y 15 en el campo, la esperanza de vida es ya de 71,4 años, la mortalidad infantil es apenas del 2%, todas las familias chinas tienen televisores, se ha sembrado de bosques el 15% del territorio nacional y el 85% de la población está alfabetizada.

Indicó que estos logros son ciento por ciento en el Este del país, 78% en el centro y solo 56% en el Oeste, por lo que un problema que deben encarar es esa gran diferencia en una parte oriental desarrollada y una occidental subdesarrollada. Así, el Partido priorizó la eliminación de ese desbalance.

Llamó la atención que tras el ingreso de China en la OMC, el intercambio con el resto del mundo se desarrolla a gran velocidad, en los momentos en que el comercio internacional está estancado. Al efecto, la nación asiática aumentó en 19,7% su comercio exterior (en ambos sentidos) desde enero a septiembre. En el 2001, las exportaciones ocuparon un 23% del PIB, y el país tiene 6 700 empresas establecidas en el exterior.

El comercio exterior fue de 509 800 millones de dólares en el 2001, un aumento de 4,6 veces en cuanto a 1989. En los últimos 13 años, tuvo un promedio de crecimiento anual de 13,6%, mientras la media mundial es de 6,1%, ocupa el sexto lugar en el comercio internacional, cuando en 1989 estaba en el decimoquinto lugar, en tanto en el país operan más de 200 000 empresas extranjeras.

Al referirse a los compromisos con la OMC, afirmó que China los está cumpliendo, y relató que en ese sentido rebajó los aranceles, que ahora son de 11,3% para los productos industriales y 15,8% para los agrícolas. "Hemos trabajado mucho en disminuir la llamada barrera no arancelaria, de carácter administrativo, al modificar 2 300 documentos que tienen que ver con el intercambio comercial", añadió, para afirmar a continuación que además de aceptar sus deberes, China va a seguir jugando un papel positivo en el comercio internacional.

Informó que de enero a septiembre el PIB chino fue de 7,9%, y este año será de 8%, superior al 7,8% del 2001, aunque reconoció que la rentabilidad de las empresas ha hecho que el desempleo sea uno de los principales problemas que enfrenta el gigante asiático junto al desequilibrio en el desarrollo.

Las medidas que se han tomado y seguirán tomando van dirigidas a que el Estado o las propias empresas les paguen un salario mínimo hasta que encuentren otro empleo, aunque hay que destacar que lo más importante son los cursos de capacitación programados oficialmente. Además, el Estado ayuda a algunos a abrir pequeños negocios en las ciudades.

"En cuanto a la cantidad de personas sin trabajo es fluctuante, y está ligada a la pobreza. Es decir, que si una persona tiene trabajo, no se considera pobre", apuntó Wang Zhiquan, quien recordó que antes de la política de reforma y apertura, en 1978, había más de 200 millones de pobres. Ahora, en las ciudades existen de 20 a 30 millones y unos 30 millones en el campo. "No existe otra pobreza que no sea el desempleo", reiteró, en esa enorme nación de más de 1 200 millones de habitantes.

En cuanto al crecimiento demográfico, apuntó que se mantiene oficialmente la política de un niño por matrimonio, aunque se hicieron excepciones con las minorías nacionales y los matrimonios de hijos únicos.

Lamentó que el problema de Taiwán no esté solucionado, a pesar de que ya Hong Kong y Macao se acogieron a la política de un país, dos sistemas; Wang Zhiquan denunció que eso se debe a la actual camarilla gobernante en Taipei, a pesar de que el gobierno central ha prometido que dejará intacto su ejército. "Los invitamos a que gobiernen junto a nosotros, no les exigiremos ni un centavo como impuesto y pueden disfrutar de su desarrollo económico, disfrutar del privilegio del prestigio de China en el mundo", agregó.

"Se sabe que Taiwán siempre fue parte del territorio de China. Tenemos como meta la reunificación pacífica de nuestra Patria, pero nunca hemos asumido el compromiso de no utilizar la fuerza. Esto no es con nuestros compatriotas, con nuestros hermanos, sino con terceras fuerzas, el puñado que llama a la independencia", aseveró.

Sobre las relaciones chino-cubanas, recordó que en estos momentos visita a Cuba una delegación de la ciudad de Dalián, una de las más activas económicamente de su país, que se acaba de hermanar con la de Cienfuegos. "Está haciendo muchas exportaciones a Cuba, más de 25 millones de dólares solo en este año, y ya participa aquí en dos fábricas: una de lápices y otra de látex", informó.

En sentido general, entre los dos países se mantiene un intercambio de unos 450 millones de dólares, y hay colaboración china en el cultivo del arroz, el ensamblaje de televisores, el programa de telecomunicaciones, la confección de sandalias, amén de que hay tecnología china en fábricas de bicicletas y ventiladores, y proyectos en la pesca, la acuicultura, así como en la construcción de un hotel de Cinco Estrellas y un edificio para la industria aeronáutica. También se contempla la fabricación de medicamentos con tecnología de los dos países.

 

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