Satélite espía al servicio del terror israelí

Para subir al cielo se necesita...

ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ

Otra bofetada más al proceso de paz en el Medio Oriente.

No bastan la desolación, el crimen, la muerte de centenares de civiles, niños muchos de ellos.

Las tropas de Tel Aviv volvieron a ocupar la tierra santa de Belén, e incursionan día tras día en otras ciudades cisjordanas, mientras se hacen nuevas provocaciones en Gaza.

La sed de sangre del gobierno de Ariel Sharon, demuestra al mundo cuán poco o nada le interesa la solución del conflicto del Medio Oriente.

Tanques y blindados confunden el ruido de sus orugas y motores con el de los cañonazos que lanzan sobre poblaciones palestinas.

Pero eso es en tierra, aunque muchas veces la aviación, los F-16, lancen sus bombas y misiles asesinos contra campos de refugiados o instalaciones de la ANP.

Ahora, para controlar cualquier movimiento "enemigo" y anticipar "respuestas militares" a posibles acciones antiisraelíes, Tel Aviv puso en órbita un satélite espía, el Ofek 5 que le permitirá el control militar de toda la región.

El diario Yediot Aharonot, tituló en su primera plana: "No hay ningún punto del Oriente Medio que escape del ojo del satélite espía" , y agregó que "Israel forma parte ahora del restringido club de espionaje espacial al que pertenecen también Estados Unidos, China y Rusia".

El satélite rotará cada 90 minutos alrededor de la Tierra, y suministrará fotos sobre movimientos de tropas, desplazamientos de baterías y misiles, construcciones de bases militares y otras.

Entre sus novedades está la de poder suministrar fotos de objetos de menos de un metro de altura, tomadas a 450 kilómetros de altitud.

El engendro espía, del que la información dice es fabricado en Israel, más bien parece diseñado por el complejo militar estadounidense con cooperación de especialistas israelíes.

La pretensión del gobierno de Ariel Sharon debe estar vinculada con el control total que pretende ejercer sobre un área que, en un primer círculo encierra a Palestina, pero que en un horizonte mayor se extiende a naciones vecinas, fronterizas o no, y que conforman, a la vez que un área que reconoce a la Autoridad Nacional Palestina, en muchos casos brinda ayuda solidaria, material y humana, a una causa a la que solo se oponen Israel y Estados Unidos.

De igual forma, los voceros del gobierno de Sharon expresaron la satisfacción del premier y su gabinete, por haber puesto en órbita lo que representa un gran logro para los servicios de inteligencia del país.

Otro motivo señalado por las autoridades sionistas para el lanzamiento de este satélite, es el de que Israel pudiera sufrir una agresión militar si Estados Unidos bombardea a Iraq.

En este caso, es muy significativo que la puesta en órbita de los equipos espías israelíes, coincida con las amenazas de Washington contra Bagdad.

Valdría la pena preguntarse entonces, si detrás de esta acción está el conocimiento exacto por parte de Israel de los planes norteamericanos de atacar a Iraq.

Para subir al cielo, con este nuevo satélite espía israelí, se necesita, además de fabricadas justificaciones, el visto bueno de Washington, que también bate palmas ante el "éxito" de poder fotografiar, controlar y, quizás bombardear también, a cualquier movimiento palestino en la región.

Los próximos días o quizás meses, pudieran confirmarlo.