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No hay bloqueo que nos quite la alegría
El Centro y la iglesia Ebenezer acogieron con entusiasmo a los Carter. Entre los líderes religiosos cubanos había un grupo de norteamericanos que, al decir de Raúl Suárez, acompañan a los cubanos en la lucha por cambiar la política del gobierno norteamericano hacia Cuba. Se sucedieron cantos de los asistentes y de un coro, unas veces en español y otras en inglés, antes de que el Director del Centro tomara la palabra y, dirigiéndose a Carter, le explicara que el mayor desafío de la iglesia nació el Primero de Enero de 1959 y los líderes religiosos cubanos llegaron a la conclusión de que la iglesia no es la influencia ni el poder político, que debe ser iglesia y poner un oído en el evangelio y otro en el pueblo. A grandes rasgos, el reverendo Raúl Suárez relató cómo habían sido las relaciones de la iglesia con el gobierno, el encuentro sostenido hace años con Fidel, al que le plantearon varias solicitudes que llevaron incluso al cambio de los estatutos del Partido. Suárez, con vehemencia, relató sobre las vicisitudes del bloqueo y cómo en los momentos más difíciles de los años 90, Estados Unidos aprobó dos leyes para recrudecer el bloqueo, que no solo es ilegal e injusto, sino incluso contrario al espíritu de Jesucristo. Con fervor, el reverendo expresó que "el bloqueo nos ha quitado muchas cosas, pero no hay bloqueo en el mundo que nos quite la alegría de vivir en fe en esta tierra cubana". En nombre de todos, Reinerio Arce, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, obsequió al ex presidente Carter con una Biblia y un cuadro de un pintor del patio. El ex mandatario agradeció el gesto y les dedicó un mensaje de justicia, paz, compasión, amor y servicio. (J.R.T.) |
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