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Pan especial De las manos de mujer Orlando Guevara Núñez SANTIAGO DE CUBA.— El 14 de febrero de este año —bien escogido el día, haciendo honor a su contenido— fue inaugurada en la calle Carlos Dubois, de esta Ciudad Héroe, una panadería de la Empresa Cubana del Pan. Pero esa no es la novedad.
El hecho distintivo es que las 15 plazas laborales de este centro están ocupadas por mujeres, algo poco usual en una actividad como esta, tradicionalmente realizada por hombres. Marilys Ramos Suárez, de 26 años, es la administradora. Graduada de técnica de nivel medio en Economía, laboraba antes en la Empresa de Cereales, como planificadora. "Me siento bien aquí, junto a un colectivo que está demostrando ser bueno'', expresó la novel dirigente que cumple con otra responsabilidad política: secretaria general del Comité de Base de la UJC en la empresa. Las restantes trabajadoras —todas procedentes de la Empresa de Cereales— se distribuyen en una jefa de turno, dos dependientas, dos jefas de brigada, dos maestras relevos, dos horneras, cuatro operarias y una auxiliar de limpieza. En la panadería Carlos Dubois se produce el llamado pan especial, de 100, 200 y 700 gramos, que se expende al precio de 1,75, 3,50 y 7,00 pesos, respectivamente; se trabaja en dos turnos: de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde y de 7:00 de la noche a 3:00 de la madrugada. Ante este sistema de trabajo y el hecho de que 13 de las 15 trabajadoras son madres, Marilys responde con precisión una interrogante: ¿Ausentismo? —¡Ninguno! Antes de comenzar a trabajar como productoras de pan, todas tuvieron una etapa de preparación técnica, calificación que les permitió durante dos meses asimilar el manejo de una moderna tecnología italiana y asumir el proceso productivo con altos índices de calidad. Importantes resultados avalan al joven colectivo. Desde su inauguración no ha dejado de cumplir —y sobrecumplir— la producción de pan, que asciende a unas 2 880 unidades diarias. Sobre este tema conversamos también con Yaritza Dubois, quien con 22 años de edad y graduada de Química Industrial, es jefa de brigada y asegura que "el producto sale con calidad por el cuidado y el empeño que ponemos en elaborarlo". Al intercambiar con Pedro López Valdés, quien dirige la gerencia cubana del pan en Santiago de Cuba, conocimos otra información importante: en las visitas realizadas por el Centro Nacional de Inspección de la Calidad, donde se midió lo relacionado con la calidad y la higiene, la Carlos Dubois obtuvo una puntuación que la ubicó en el primer lugar entre las 23 unidades de este tipo en la provincia. En términos de reconocimiento hacia este colectivo nos habló también Consuelo Crespo, a cargo del control de la calidad en la empresa, quien expresó su convicción de que este colectivo ganará la condición de Modelo a los seis meses de su inauguración, tiempo en que podrá ser evaluado. Y una opinión muy importante, la de los consumidores, avaló igualmente la calidad del pan; pero, sobre todo, la talla del colectivo que está demostrando la capacidad y eficiencia de la mujer en todas las tareas que protagoniza. La labor de este joven colectivo merece no solo estímulo moral y social, sino también la felicitación por lo que representa su ejemplo. Por eso, junto a Marilys y Yaritza, vaya el reconocimiento a Tania Almenares, Martha Rosa Haffi, Alba Chávez, Odalys Fernández, Keyla Rodríguez, Mayda González, Damarys Lemus, Iraisy Clavel, Raquel Terrero, Odalys Figueras, Coral Peña, Milaydis Sánchez y María Isabel Soto. Ellas continuarán garantizando diariamente el preciado alimento con el sello inconfundible que le imprimen el amor, la sensibilidad y la dedicación sin límites de la mujer. |
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